martes, 7 de junio de 2022

JESÚS, LA PLENITUD DE LA REVELACIÓN

JESÚS, LA PLENITUD DE LA REVELACIÓN

Todos nosotros sabemos de Jesús, sabemos de su poder y de sus milagros. El texto a continuación se busca conocer a Jesús de la forma como obra día a día en nosotros, entender el sentido de su existencia ciertamente, en nuestro ser.

En el mundo entero hay iglesias, mezquitas, sinagogas, todas las religiones se congregan y en su gran mayoría son cristianos, estadísticamente se conoce que el cristianismo está extendido en el mundo entero. También la Biblia es el libro más leído en todas partes del mundo, es claro decir, entonces, que se conoce de Jesús porque es el centro de la religión cristiana, se sea creyente o no.

¿Puede ser que la vida de un hombre pueda significar tanto? Ningún hombre tiene tanta relevancia para la historia de la humanidad, ha pasado dos milenios desde su presencia entre los hombres con su vida y obra y sigue vigente en todo sentido.

 Él, solo Él, como nadie más, pudo realizar la obra que le fue encomendada por su Padre Dios.

Es cierto; sin embargo, la humanidad continúa con las mismas dudas que cuando estuvo Jesús entre nosotros; Jesús permanece en nosotros a través de su Santo Espíritu, no está físicamente pero Él habita en el corazón del hombre como espíritu.

En el proceso del plan de salvación del pueblo de Dios, se va a ver cómo es que Jesús llega a convertirse en la plenitud de la revelación, para eso es necesario recurrir a las santas escrituras, porque sin lugar a dudas se hará posible elegir, en el final de los tiempos, el camino de la salvación diferenciándolo de lo equivocado del conocimiento netamente del mundo.

Génesis 22, 11 - 13

Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

En el texto de la biblia de arriba el ángel de Dios dijo "no extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada"; quiere decir que el hombre no está en capacidad de agradar a Dios aún, es una prueba que más adelante deberemos de entender, es una prefiguración de la venida de nuestra salvación, Jesús. Abraham hizo lo encomendado por Dios, pero indica el texto "porque ya conozco que temes a Dios" Dios había prometido una descendencia incontable a Abraham y cuando se le pidió sacrificar a su único hijo tuvo temor de Dios y cumplió su mandato. Pero finalmente no dejó que sacrificara a su hijo sino a un carnero trabado por sus cuernos, el hijo único y el carnero sacrificado representa o prefigura lo que más adelante hará Jesús sacrificado para cumplir el plan de salvación de Dios.

Isaías 7, 14 - 15

Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.


El nacimiento de Jesús fue predicho por los profetas, todo cuánto ocurre en el antiguo testamento es plenamente revelado o se cumple en Jesús. El texto de la biblia siguiente, también sacado del antiguo testamento, menciona.

Jeremías 31, 31 - 34

He aquí que vienen días, dice Yavé, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Yavé. Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Yavé: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Ya no tendrán que enseñarse mutuamente, diciéndose el uno al otro: "conozcan a Yavé." Pues me conocerán todos, del más grande al más humilde. Porque yo os habré perdonado su culpa y no me acordaré más de su pecado.

Son textos en el antiguo testamento donde evidencian que la sangre de Jesús va significar el nuevo pacto. 

Si antes había el pacto con Abraham, en el antiguo testamento, más adelante en el nuevo testamento es con el sacrificio de Jesús mismo que se sella el nuevo pacto.

Es su amor tan grande que podrá escribir en el corazón del hombre; quizás porque aquello que la serpiente antigua en el primer hombre y en la primera mujer escribió era imposible por el hombre por sí solo poder borrar o superar, aquello que Jesús mismo debía de restaurar con el poder de su sacrificio.

Más adelante en las escrituras sagradas se nos dará a conocer el sentido de la existencia de Jesús.

Juan 1, 14

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 

Mateo 1, 20 - 21

Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

Este es el sentido de la existencia de Jesús, cumplir en Él la voluntad de amor de Dios dotar un sentido grande a nuestra existencia; Jesús al conseguirlo, siendo un hombre como nosotros mismos, superó las barreras del tiempo y trasciende por los siglos de los siglos al haber vencido a la muerte.

Normalmente se entiende al pueblo de Dios al pueblo de Israel, es el pueblo elegido, al lugar que Dios otorgó su amor y dicha, pero aquel pueblo se extendió fuera de sus fronteras, es por la gracia del Espíritu Santo que traspasó todo aquello que Jesús junto a sus discípulos cuando estuvo con ellos y por lo que sus discípulos hicieron luego de su regreso al Padre, antes en la región de Galilea, Judea, etc. ahora en todas las naciones del mundo porque se entiende el lenguaje de su amor, su perdón, su misericordia.

Jesús nos hablaba en parábolas, porque entendía así poder lograr cosas más profundas en sus mensajes, tenía en sus discípulos y su pueblo que le seguía un acercamiento que nadie podría lograr, aquellos que decía graficaba lo que Él mismo había vivido cuando estuvo con su Padre, era su testimonio propio, que lograba dotarnos de su amor y vida.

De esto se hace referencia en el evangelio.

Juan 17, 20-26

En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, oró Jesús diciendo: «No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.

Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.

Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos.»

A cuanto a todo lo mencionado se enmarca en que Dios no ve a su pueblo dividido o disperso, ve a su pueblo como una unidad, algo que Él solo puede lograr a través de su mensaje, a través de nuestro Señor Jesús.

El pueblo de Dios somos todos los que acogen la palabra de Dios y dan fruto de ella.

Marcos 3, 31 - 35 

Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar. La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: «Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera.»

El les respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?»

Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre».

Entonces, Jesús considera no tener sentido ya, al conocerlo, la afinidad de carne y sangre física, para Él ahora lo importante es la afinidad de espíritu (de la conciencia del alma).

De Jesús se habla en los evangelios, pero también antes de su nacimiento (en el antiguo testamento), porque todo el libro sagrado tiene el objetivo de revelarnos el amor de Dios, entonces en este sentido es Jesús la más grande prueba del amor de Dios al mundo.

Si en el antiguo testamento encontramos a Lamec, papá de Set, como quien pudo restaurar la generación de Abel, asesinado por Caín, entonces considerar a Jesús, el nuevo Adán, porque pudo restablecer el Padre a Abel.

Romanos 5, 18

Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.

Es necesario dar a conocer como logrará Jesús, llevarnos al camino correcto, remarcar que tras dar a conocer Jesús que todos partimos de un mismo tronco, partimos de Adán, en la creación del mundo, es decir todos provenimos de nuestros primeros padres terrenales, Adán y Eva; en regresión se llega hasta ellos a todas cuentas.

Hay un texto ilustrativo al final de la biblia, donde indica la necesidad de encontrarnos en el libro de la vida. No es por nuestro obrar poder encontrar nuestra identidad nuestro espíritu original el que nos dio Dios al inicio, en el principio cuando Dios creo el mundo, porque es la fe la que nos da la gracia de Dios, el entender que se lo debemos y lo conseguiremos, solo por la gracia otorgada a través de Jesús.

Apocalipsis 20, 15

Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

Al percatarnos que todos partimos del mismo tronco Adán y la primera mujer Eva, eso es que se está inscrito en el libro de la vida, ellos nacieron de Dios todas las generaciones siguientes nacieron de ellos dos, pero el maligno no nació, es decir no tiene vida como la del hombre.

Otro texto ilustrativo, ahora de Satanás.

Mateo 16, 23

―¡Apártate de mí, Satanás! —dijo Jesús mirando a Pedro—. ¡Me eres un estorbo! ¡Estás mirando las cosas desde el punto de vista humano y no del divino!

Llamó a Pedro, Satanás, ciertamente era quien había actuado en Pedro, no es su discípulo Satanás porque el demonio, no ha nacido no está inscrito en el libro de la vida.

Según el texto de apocalipsis se desprende que satanás ira a parar al lago de fuego, pero para eso es necesario que todos los hombres sean llenos de su gracia.

Juan 3, 5 – 7 

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Como se recuerda la generación de Adán se desvió desde él y Eva y de su hijo Caín que mató a su hermano Abel y desde allí el mundo, o la carne que se refiere el texto de Juan no le produce fruto, en adelante es el espíritu que nos dio Dios originalmente restablecido al nacer del agua y del espíritu será lo que nos conduzca al camino de la salvación. 

Decir que Jesús, la plenitud de la revelación, nos indica en apocalipsis.

Apocalipsis 3, 20

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Debemos actuar a la medida del espíritu que Dios nos dio, no lo duden el actúa diariamente ya nos dice el versículo anterior; por último indicar que Dios logrará que nadie se pierda de su salvación.

Lucas 18, 26 - 27

Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres. Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.

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