LA MUERTE

El hombre desde el inicio de los tiempos hasta el final de sus días en la tierra afronta la idea que se marchará de esta vida, sabe que morirá. No sabe cómo, ni el día; tampoco en las circunstancias se dará, nos atrapará irremediablemente.

Pero podemos decir con plena confianza que cuando ésta se dé, tendrá un significado para quienes estuvieron cerca, no les sobrecogerá de dolor a quienes nos conocieron porque el espíritu que circunda este hecho permanece tal cual o mejor que cuando se estuvo en vida y nunca se borrará.

Esto es lo que significa la muerte para los que tienen fe.

Juan 12, 24

De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva.

Es lo que Jesús nos dijo a nosotros los creyentes a nuestra generación porque Jesús le dio esta connotación, tuvo que venir el hijo de Dios para revelar los propósitos originales de Dios; lo que nosotros sabemos a través de las sagradas escrituras.

Pero bien como es que se introdujo la muerte en el hombre, por qué tenemos que pasar momentos angustiantes cuando vemos a alguien caído sea por una enfermedad, por un ataque violento, por una mordedura de un animal venenoso, por una autolesión o suicidio, definitivamente es penoso tener que pasar por los hechos que conllevan a la muerte, es imposible no poder dejar de sentirnos cautivados al ver el hecho de tener que pasarlo, buscar una salida al dolor de una muerte sea a nosotros a nuestros seres queridos, en suma al hombre, traen congoja a toda la humanidad.

Sin embargo, si alguien nos ha hablado de la muerte con palabras del texto de arriba “mas si muriere, mucho fruto lleva”, es porque vino a destronar a la muerte y su significado antiguo, vino a llevárselo y no tener más potestad sobre el hombre, vino a morir para poder salvarnos de cuanto la muerte significa para el hombre.

Luego de los testimonios de la resurrección de Jesucristo, la iglesia primitiva dando a conocer no solo este hecho sino muchos hechos más concernientes a quienes tenían fe y cómo actuaba en quienes seguían las enseñanzas dejadas por Jesús, se escribió.

1 Corintios 15, 55 – 57

¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Esto porque Jesús le quitó toda potestad al significado de la muerte, pues su gracia nos libra de todo cuanto se tenía pensado antes, la dotó de un significado más relevante, sin embargo, no está diciéndonos que ha dejado de ser ley, se cumple lo que estaba dispuesto en el principio, pero quienes seguimos sus enseñanzas tenemos la claridad, al haber hecho una vida al servicio de Dios al servicio de la humanidad, dará fruto fructificará y eso es seguir teniendo vida aún la muerte sobrevenga sobre nosotros.

Veamos como dispuso Dios la muerte en el principio.

Génesis 2, 17

Pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás.

Dios dispuso de dos árboles en el centro del paraíso a su máxima creación, el hombre, y su esposa, dándoles la indicación que comprendiese que sus designios eran buenos, es por eso que hizo tal advertencia. Estaba seguro que en el desarrollo de la vida de ellos iban a entender porqué dispuso no acercarse a dicho árbol y no comer de su fruto.

El hombre y su esposa estaban destinados a comer del árbol que sí los llevaría a la potestad de ser llamados hijos de Dios es decir a heredar el reino de los cielos, era el otro árbol que estaba también allí, el árbol de la vida.

El hombre no estaba restringido de comer de dicho árbol, no lo habían hecho todavía cuando fueron interrumpidos, por decirlo de algún modo, por un conocimiento atrayente pero engañoso y que los rodeó o envolvió para hacerlos caer, hasta el punto de sentir que amor es ahora algo totalmente extraño a Dios. Pecaron por el engaño del diablo, pero los designios dados al hombre pese a este hecho se repondrán.

Lo que sucedió después de pecar fue una serie de hechos que pusieron al hombre en una fragilidad continua, un desvelo por querer entender a su modo o tener consciencia de sus propios actos apartándose de Dios continuamente, siguiendo conocimientos e ideologías extrañas a su naturaleza espiritual que Dios puso, tan es así que el hombre ha dispuesto que Dios irrelevante para sus propósitos, simplemente no quiere encontrarse en comunión con Dios nuevamente.

Ya fuera de todos los designios de Dios, el hombre, dispuso un sistema peculiar que se acercaba al propósito inicial que tenía Dios cuando se revelaba a los hombres a través de personas históricos dotados del conocimiento impartido por Dios mismo.

Estaba erigiendo una comunidad con la cual lograría restablecer su propósito de felicidad para el hombre, seguro de que lo conseguiría aún habiéndose erigido un sistema que se contrapone, pero que en este camino entraría en conocimiento que su hijo se sacrificaría para propósito tan grande.

Entonces la sabiduría de las sagradas escrituras muestra.

Romanos 5, 17

Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

Quienes conocemos a Jesús, entendemos que las escrituras del antiguo testamento, los hechos allí relatados dan a conocer que Jesús vendría, habitaría entre nosotros, desde génesis que indica que Abel pastor de ovejas hizo ofrenda a Dios de sus crías, el primero y el más gordito, sacrificándolo para sentir el agrado de Dios, y Él así percibiéndolo; no obstante, en contraposición su hermano Caín que su ofrenda no fue del agrado de Dios y este último matando, a su hermano, tras haber caído en tentación, nos muestra la fragilidad del alma humana.

Dios conduce al hombre ciertamente a un propósito semejante a lo que hace Dios y Él lo percibe.

El hombre que no cae en la tentación rechaza la imposición del maligno, entonces es objeto, por este hecho, de persecución por cuanto obra así consigue el cambio consigue volver su mirada a Dios sigue los caminos correctos que llevan a tomar la decisión que Dios eligió para sí.

Es sentir los designios en uno mismo, porque eso nos impregnó Dios al darnos vida en la creación, al darnos lo necesario incluso para sobreponernos inclusive a lo que su enemigo el diablo corrompió en las fibras más íntimas del corazón del hombre.

Si percibimos adecuadamente Abel es figura de lo que Dios mismo hace, dar en sacrificio a su hijo único, al más fuerte para podernos sentir en su presencia, para sentir ser de su agrado, para sentirnos hijos de Dios.

Ahora la muerte tiene un significado grande en nosotros servir para seguir dándonos vida ahora y más adelante pues el espíritu de Dios que mora dentro de nosotros dota de una esperanza que va más allá de las barreras de la muerte.

Mateo 5, 11 – 12

Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros

Y los profetas murieron muchas veces por dar testimonio de estas cosas pues vieron estas cosas mucho antes. Y aquí, es necesario precisar, Adán el primer hombre que vio algo que Dios no le había dado a conocer aún.

Génesis 2, 23 – 24

Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada mujer, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Esto dijo Adán luego de entregársele a su mujer apenas vio la a Eva, entendía que tendría descendencia, luego se indica en la biblia «y estaban desnudos pero no sentían vergüenza» mucho se ha hablado de su pecado de comer del fruto prohibido que le trajo su esposa, pero no se habla de este hecho, de entender que fructificaría al lado de su esposa.

Ellos no tuvieron descendencia en el paraíso tuvieron descendencia en la tierra, tras haber entrado la muerte a través del demonio que tentó a Eva cuando comió del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, sabiéndose haber entrado en el territorio del pecado y la muerte en ella por consecuencia, aquí no relata la biblia pero debió ser desgarrador dar a conocer a su esposo que había sido engañada por la serpiente por haber comido el fruto que les impuso Dios no comer; sabiéndolo Adán trató de lidiar con el pesar de la muerte que sobrevendría a su mujer, en estas circunstancias tomó del fruto, lo comió como ella pensando que su amor por ella la salvaría.

Desde entonces, desde el inicio de los tiempos se confunde el amor por una mujer del amor correcto de Dios por toda la creación; por ende por el hombre y por la mujer, pensamos que es natural el amor entre el hombre y la mujer en cualquier circunstancia en cualquier forma apartándose o ensimismándose de conocer solos de todo cuanto esto contrae, aunque no deja de ser amor no es del todo cierto, es decir es una verdad fácilmente manipulable, una verdad a medias, un engaño del diablo para truncar los caminos de Dios.

Jesús dijo a quien vino antes de él, Juan el bautista estas palabras.

Lucas 7, 28

Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista, pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.

En todas las escrituras no se conoce de profetas que no hayan sido hombres y los hombres han nacido de una mujer, aunque se habla de ángeles, de querubines y del demonio y un tercio de los ángeles que arrastró consigo para luchar contra los ángeles de Dios, se habla en toda medida y en gran parte del hombre.

Entonces a quién o a quiénes se refiere cuando dice “entre los nacido de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista”, se refiere a Adán, Adán es el único hombre que no ha nacido de una mujer, nos indica que puede ser un profeta también quien no ha nacido de una mujer, se sabe también que, Adán, dijo «el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer», está hablando de la unión matrimonial y Jesús vino a restablecer dicha unión y que el hombre no puede separar lo que Dios ha unido.

Leamos lo que indica las escrituras.

Mateo 5, 32

Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.

Como vemos Dios mandó Adán fue el primer profeta y no ha habido otro profeta que no haya nacido de mujer, Jesús vino a través del Espíritu Santo es un nuevo Adán, Jesús fue concebido por el Espíritu Santo.

Lucas 1, 34 – 35

Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

También se sabe que María, la madre de Jesús, es hallada llena de gracia, ella es virgen, la mujer que es hallada en esta condición en la creación es Eva que salió de los huesos y de la carne de Adán, Adán lo dijo esto; aún no haber conocido el designio de Dios porque Dios lo hizo caer en un profundo sueño. Esto tras notar a Adán solo.

Génesis 2, 18

Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer una compañera que sea de ayuda para él en todas sus necesidades».

Entonces, comprendemos que los designios de Dios se restablecen plenamente de la mejor forma aun prevaleciendo el pecado que habita en el mundo. Es por eso que Jesús indica que su reino no es de este mundo, porque quienes siguen sus enseñanzas prevalecen, no aquí en el reino que ha de instaurarse al final.

La muerte ya no tiene la connotación de antes para quienes conocemos la verdad y la verdad es nuestro Señor Jesús.

Mateo 10, 28

Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno.