lunes, 12 de febrero de 2024

MES DE FEBRERO 2024, GENERACIÓN INCRÉDULA Y PERVERSA

Portada del libro Dana, la novela romántica peruana

FEBRERO 2024, GENERACIÓN INCRÉDULA Y PERVERSA

Muchos de nosotros creemos que siendo buenos y no haciendo ni deseando el mal a nadie lograremos lo suficiente para conseguir lo mejor de la vida. El texto motiva a las personas a límites inimaginables a través del verbo encarnado, Jesús.

La fe nos hace romper todas las barreras que pueden apartarnos de los sinsabores que hayamos tenido en el pasado y alcanzar la plenitud. Generación incrédula y perversa nos hacer ver que siempre que no llevemos una vida conforme a Dios no lograremos llegar al lugar indicado. Una vida sin fe nos arrastra a no tener un propósito claro porque Dios mismo es quien ha colocado su propósito en nosotros.

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Al final de esta publicación colocaremos el relato completo del mes de febrero el segundo mes de este año 2024 y esperamos continúe por siempre. También puede hallar este relato en nuestro Blog y en LinkedIn.

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Disfruten el texto completo ahora.

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GENERACIÓN INCRÉDULA Y PERVERSA

Ahora, en nuestros días, pareciera imposible confiar en las promesas de Dios. Quizás porque cuando salimos de casa vemos muchas cosas que no concuerdan o no está manifestándose el amor de Dios, o al encontrarnos en familia nos resulta sensato no mencionar algo acerca de Dios pues muchos familiares se escandalizarían. 

El amor a Dios se va enfriando a medida que vamos en el camino de su voluntad; en ocasiones nos sobreviene cansancio o las fuerzas se nos agotan, nos llegan las dudas y no hallamos respuestas. Quizás no vemos resultados de estar perseverando con fe. Es entonces cuando nos parece que nuestras oraciones pierden sentido, o como que no estuviéramos haciendo bien nuestras oraciones y simplemente pensamos que Dios no nos está escuchando.

En este mundo encontraremos aflicción, quizás estamos buscando resultados a partir de los estándares de este mundo. Pedimos un empleo mejor y que se nos reconozca por tener este mejor empleo, o quizás cuando pidamos tener la cantidad de dinero para desenvolvernos con más holgura, esperamos se note o sobresalga estas bendiciones en quienes están cerca de nosotros.

Es decir, esperamos que las bendiciones de Dios nos hagan superiores, anhelamos el reconocimiento del mundo. 

Dios obra en medida de nuestra fe, las bendiciones llegan de Dios eso debe estar muy claro en nosotros, pero no estamos en la capacidad de notarlo o percibirlo. Todo esto, por los estándares de este mundo. Pensamos que Dios no está obrando. Entonces, jamás se habrá obrado por fe o no nos habremos movido por fe.

Nos desenvolvemos como uno más en este mundo o no podemos hacer lo que Dios quiere pues estamos notando solo nuestra voluntad en todo y no en la voluntad de Dios; y es así como perdemos la fe continuamente.

Dios anhela que los resultados que obtengamos a partir de la fe sean para su gloria y no guarda relación con este mundo de maldad.

«Tu nación y los principales sacerdotes te entregaron a mí. ¿Qué has hecho? Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí.»

Confiar en las bendiciones de Dios te ubicarán más cerca de Dios y no más cerca de las personas; qué significado tiene ganar todo en la tierra si no te sientes cerca de Dios. Es por lo que, para muchas personas Dios es imperceptible y para otras todo lo contrario.

No dudes de las promesas de Dios. Dios actúa, aunque pareciera que nadie lo nota, si solo tú lo notas y la fe te mueve a continuar no dudes que eso sobresaldrá entre los que tienes cerca. Obra por fe que eso es realmente lo importante.

«Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar?»

Si actuamos por fe estamos elevándonos al nivel espiritual que Jesús anhela de nosotros. Porqué seguimos pidiendo cosas simples a Dios. Si tenemos fe debemos pedir que este monte se quite de nosotros y se vaya al fondo del mar, si no lo dudamos, el monte obedecerá.

«Así que no se preocupen, preguntándose: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o “¿Con qué vamos a vestirnos?” Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que lo necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas.»

La fe nos conducirá por el camino correcto, no por el camino que recorren quienes anteponen sus intenciones a las de Dios. 

Si nos hemos percatado ya, muchas de las cosas que pudimos sobrepasar aun haber podido parecer imposibles de sobrellevar han sido porque nuestra fe nos ha conducido a donde nos encontramos ahora. Dios ha hecho tantas cosas en nosotros que es necesario reconocerlo como amo y Señor de nosotros. 

Jesús vino y nos enseñó todo esto porque Él mismo lo vivió como hombre, no se movía por las fuerzas de este mundo, se movía por las fuerzas del cielo y eso sustentó toda su vida; su mensaje llenó nuestros pensamientos y cambió nuestra actitud por cuanto nos ha llamado a la conversión. Jesús no necesitó más y con solo eso lo consiguió todo en la tierra y en el cielo.

«Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres.»

No busquemos encumbrarnos nosotros mismos, seamos humildes y sencillos porque es Dios quien obró en nosotros. Solo somos siervos inútiles pues lo que nos dijo que hiciéramos, hicimos. El ejemplo más alto de humildad y humillación la tenemos en la virgen María.

En aquel tiempo, en el pueblo elegido por Dios, Israel, se conocía de la profecía que la virgen concebiría, a aquella nación le nacería el mesías y salvador. Y cuando María fue designada por el ángel Gabriel para concebir el niño por obra del Espíritu Santo para que por Él muchos se levanten y otros caigan. Qué fue lo que hizo ella.

Ella no pidió los lujos propios de tal designación, no pidió el palacio con los servidores para atenderla.

Cuando el ángel le dio a conocer que por ella nacería el mesías y salvador dijo.

 «Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Y el ángel se fue de su presencia.»

Y luego cuando estuvo con su prima Elizabeth, poco tiempo después.

«Mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la humilde condición de esta su sierva; pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada. Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso; santo es su nombre. Y de generación en generación es su misericordia para los que le temen. Ha hecho proezas con su brazo; ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. Ha quitado a los poderosos de sus tronos; y ha exaltado a los humildes; a los hambrientos ha colmado de bienes y ha despedido a los ricos con las manos vacías. Ha ayudado a Israel, su siervo, para recuerdo de su misericordia tal como dijo a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre.»

Qué debemos hacer ahora que reconocemos que por su obra hemos encontrado el camino correcto que nos hace ser libres y hemos hallado la vida. Es necesario glorificar su nombre, alabar su espíritu obrando en nosotros, agradecerle por cuanto ha reencaminado nuestras sendas.

Hasta cuándo dejarán de hacerlo o hasta cuándo podrá, esta generación incrédula y perversa, burlarse de los pueblos, de las naciones y de los corazones de los hombres.

Creo que hasta que Dios les dé la oportunidad de cambiar y notar lo que destruyen con sus actos.

El dinero no hace posible redimirse, o sí, quizás si devolviesen todo lo robado. 

Sus actos están siendo tan grandes que lo notamos, pero cómo hacer para que ellos por sí mismos lo noten. Porqué es necesario que ellos mismos cobren conciencia de lo que hacen.

No se dan cuenta de lo que hacen porque nadie les dice que lo notamos, ¿o sí?

Si ellos lo han notado ya, es necesario que ese espíritu que tienen actúe y cómo hacer que actúe si su corazón está endurecido.

Cómo hacer que se ennoblezcan sus sentimientos y razonamientos.

Quizás cuando le sea tocado lo más valioso para ellos, quizás sea el dinero, quizás sea los familiares, quizás sean los hijos.

En la biblia vemos que cuando les fue arrebatado al faraón y a los egipcios sus propios hijos o primogénitos, entonces sus corazones se movieron en la dirección de la voluntad de Dios.

¿Están esperando que le sean tocados sus hijos? ¿Les será arrebatado sus hijos?

«Así que dais testimonio en contra de vosotros mismos, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas… Por tanto, mirad, yo les enviaré profetas, sabios y maestros: de ellos, a unos los mataréis y crucificaréis, y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad, para que recaiga sobre vosotros la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, a quien asesinasteis entre el templo y el altar. En verdad os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.»

Por ellos mismos no hacen nada para que sus raciocinios les sean abiertos, y se les abrirá cuando sus hijos mismos los juzguen.

Cuando sean sus propios hijos juzgándolos la sensatez les regresará.

Están esperando que esto les pase y esto pasará cuando llegue el final de los tiempos.

No será nada alentador verlos cuando ya no tengan oportunidad.

«Llenad, pues, la medida de la culpa de vuestros padres. ¡Serpientes! ¡Camada de víboras! ¿Cómo escaparéis del juicio del infierno?»

Lo reconocerán tarde, se percatarán de esto cuando las puertas estén cerradas y tras la puerta y sin poder entrar.

«Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.»

A este tiempo en que todos los que queden fuera Jesús la llama “tiempos de retribución”.

Cuando perciban el fuego del infierno del que se menciona que nunca se apaga, es allí donde cobrando conciencia de todo cuanto deben en la tierra, les será cobrada toda su deuda, y eso es hasta el último centavo. Recibirán lo que es retribuido de su mal actuar.

Entonces, Dios también cumplirá sus promesas en este último sentido.

La deuda es impagable por el siervo.

«A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.»

Perdonen como Dios nos perdona.

«Os aseguro que, mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido.»

En la tierra todo perecerá, pero en el cielo todo permanecerá.

«Es mejor que amontonen riquezas en el cielo. Allí nada se echa a perder ni la polilla lo destruye. Tampoco los ladrones pueden entrar y robar. Recuerden que la verdadera riqueza consiste en obedecerme de todo corazón.»

Debemos tener siempre la palabra de Dios cuando nos desenvolvamos cotidianamente porque no estamos libres de caer aún éstas sean las circunstancias más insignificantes.

«No sea que tu adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.»

¿Hallará fe Dios en el mundo cuando vuelva? ¿Reconocerán haber hecho esto mismo con sus hijos?

Se habla en la biblia que la muerte no les sobrevendrá cuando empiece a derramarse las copas de la ira de Dios. La segunda muerte son todos estos acontecimientos del fin y así como al faraón en los tiempos de Moisés, Dios le endureció el corazón y solo fue hasta que le fue tocado su primogénito y la de todos en Egipto para que al fin aceptase que el pueblo de Israel se marchase de regreso.

En el fin de los tiempos, solo se les acabará el sufrimiento hasta que se den cuenta que todos los hombres allí están porque los justos de Dios claman por justicia y ellos, la generación incrédula y perversa, siguen siendo movidos por sus propios frutos, los hijos de la maldad y del demonio.

«Blasfemaron el nombre de Dios que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria a Él.»

Así Dios actuará con esplendor y gloria para reconvenir sus caminos. Pero es el final, solo el fuego que no se extingue los sacudirá, y esto ¿Les hará doblegar sus rodillas?

Dios indica que sí, el infierno fue hecho para el demonio y sus ángeles. A los hombres que les sobreviene estos hechos del fin; no sin antes pagar toda la deuda, llegarán a la eternidad también, aunque se negaron perdonar a su consiervo cuando su Señor le terminaba de perdonar la deuda que le tenía, les cobrará completamente toda la deuda y vaya qué oportunidad nos da ahora que aún estamos a tiempo. 

Los hombres que se negaron a arrepentirse y que no quisieron hacer una vida de conversión también pasarán por lo mismo. Simplemente tarde o temprano, ya en algún punto del infierno en que viven los hará reconocer al diablo actuando profundamente en ellos.

Al reconocer al diablo estar gobernando su actuar; Dios les arrancará toda iniquidad y estarán dispuestos a estar frente a Jesús que, Dios, su Padre, le dio toda autoridad en el cielo y en la tierra.

Esto mismo que están pasando en el final de los tiempos es la segunda muerte o la ausencia de Dios, eso los lleva a estar apartados de Dios o a morir irremediablemente.

«Velad pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del hombre.»

Entonces delante de Jesús les será arrancado todo indicio de maldad. Es el nuevo comienzo en ellos.

«Para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra.»

Ustedes creen que todo esto que le pase a cualquiera de nosotros o ¿a alguno de nosotros será suficiente para doblarnos las rodillas aún al hombre más fuerte o al rostro más fiero?

«Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios.»

Ahora no queramos vernos como los correctos o decir que debemos prescindir de oír a tales personas o decir, no oigan a estos otros, podemos oír o escuchar a todos, pero debemos discernir, tomar lo bueno de cada uno y desechar lo malo.

«Me refiero a que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo ¿Acaso está dividido Cristo?... Sino que escogió Dios lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y escogió Dios lo débil del mundo, para avergonzar a lo fuerte.»

Jesucristo nos llama a la unidad. Es Jesús y no la religión, entonces si tú perteneces a una religión y tu hermano a otra busca en las similitudes que puedas encontrar, quizás ni con los de tu misma religión puedas encontrar una correcta convivencia como la hallarás con él, y si tienes un hermano que sigue tu religión no tengan contiendas; fortalézcanse llevando una vida en completa unidad.

Dios es quien juzgará, no lo hagamos nosotros. La generación perversa somos los hombres que nacieron cuando Jesús ya vivía.

«Una generación perversa y adúltera demanda señal, y ninguna señal se le dará, sino la señal de Jonás el profeta. Así como Jonás estuvo dentro del gran pez tres días y tres noches, así yo también, el Hijo del hombre, estaré dentro de la tumba tres días y tres noches.»

«“Entonces te ruego, padre, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, para que advierta a mis cinco hermanos y no vengan ellos también a este lugar de tormento”. Pero Abraham contestó: “Ya tienen a Moisés y a los Profetas; ¡que les hagan caso a ellos!”. “No les harán caso, padre Abraham —respondió el rico—; en cambio, si se les presentara uno de entre los muertos, entonces sí se arrepentirían”. Abraham le dijo: “Si no hacen caso a Moisés y a los Profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos”».

Si estamos divididos jamás surgiremos como la nación santa que anhela Dios de nosotros, aunque Jesús lo dijo para dar a entender que también en el reino de los demonios es así.

«Si los habitantes de un país se pelean entre sí, el país acaba por destruirse. Si los miembros de una familia se pelean unos contra otros, la familia también acabará por destruirse».


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