Portada del mes de mayo 2024 - Mensaje a las 7 iglesias |
La iglesia somos todos nosotros discípulos de Jesús conformados tras su resurrección. Él nos ordenó hacer discípulos por todo el mundo, bautizando y llevando su evangelio.
Desde el inicio de los tiempos el pueblo de Dios estuvo guiado por su voluntad, bajo su amparo y su luz, con Jesús la plenitud llegó a la tierra. Dios su padre le otorgó, a Él, toda potestad en el cielo y en la tierra.
Jesús entrega las revelaciones a través de visiones a su siervo Juan cuando estaba exiliado en la isla de Patmos, y le ordena escribir en un libro lo que le muestra a través de un ángel. Es allí donde le es entregado el mensaje a las 7 iglesias que son los 7 candelabros en el fin de los tiempos, y nosotros somos su iglesia el cuerpo de Jesús.
Es de saber que se nos da advertencias, al ser nosotros que la conformamos. Cada iglesia bajo el amparo de los 7 espíritus o las 7 estrellas que la guía a cada una.
Adentrémonos en el relato en que se nos da nuevas luces siempre bajo el amparo de las revelaciones dadas en el libro del apocalipsis.
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MENSAJE A LAS 7 IGLESIAS
En el desarrollo o en el curso de la historia desde el inicio de los tiempos hasta los tiempos del fin el hombre se desarrolla en mayor medida fuera de los designios de Dios. Son pocos los hombres que llevan consigo en todo instante perseverar en el camino correcto.
En el inicio fue Abel, quien agradó a Dios por sobre su hermano Caín, quien terminó asesinándolo. Luego Dios vio de entre todos los hombres uno solo que le era de su agrado y fue Noé. La maldad en el mundo se multiplicaba en aquellos días.
Luego fue Abraham que tenía a su esposa Saraí sin darle descendencia.
Continuamente en la biblia se ha de notar pocos hombres o un solo hombre por sobre una multitud de hombres. Ellos sobresalen porque hacen lo que Dios quiere para con Él y como para otros hombres, cumplir su voluntad enmarcada en las palabras que salen de los labios de Dios.
Todos los hombres sean del agrado de Dios o no, reciben la misma atención de Él, no hay nadie fuera o que no la consigue. En los tiempos del fin se habla de las siete iglesias y el ángel se refiere a ellas.
La iglesia proviene del vocablo griego “eclesia” y quiere decir personas separadas de entre varias o llamadas para un propósito. Jesús fundó la iglesia con su resurrección y aquellos que la conforman están llenos del testimonio del Dios viviente.
Nosotros que somos piedras vivientes, como lo es Pedro, los discípulos, los gentiles quienes tomaron el testimonio de Jesús y del pueblo de Dios a partir de encontrar en la resurrección de Jesús un testimonio vivo actuando ahora, por eso hoy, conforman el pueblo vivo de Dios.
El Cristo es el hijo de Dios que vino para movernos con su Espíritu en cumplir la voluntad de Dios Padre enmarcada en su sacrificio.
Pero qué sucede con nuestra iglesia. Los hombres han poblado enteramente toda la tierra y podemos decir que las iglesias de hoy son un vasto número de personas incontables como las estrellas, como es que se lo prometió Dios a Abraham.
Y así como los hombres dan testimonio de Cristo existen iglesias o templos para congregar a los fieles de todo el mundo.
En la antigüedad, en la iglesia primitiva, también existía un gran número de personas que se congregaban en las iglesias templos o casas de oración para Dios.
Y sucede que muchos de los hombres que allí predicaban con un corazón lleno del Espíritu de Dios lograban connotación pues se hacían milagros, sanaciones, curaciones que confirmaban el amor de Dios por los hombres. Pero aquellos hombres debían de ir a lugares apartados porque llevaban consigo el designio de enseñar y proclamar la palabra de Dios para hacer nuevos discípulos en todos los lugares del mundo.
Con el pasar de los tiempos se erigieron iglesias templo que les pusieron el nombre del lugar geográfico, aquellas iglesias de la antigüedad y desde donde nació la evangelización para todo el mundo de hoy y que se dará hasta el final de los tiempos se basan en que quienes asistan allí encuentran la verdad enmarcada en las sagradas escrituras.
Pero ya se oía hablar de Apolos, de Pablo, de Timoteo, de Bernabé y así muchos como ellos en los que al escucharlos por los antiguos hombres se identificaban no con la palabra de Dios sino con ellos llevándoselos porque enmarcaban el propósito de Dios al escuchar sus prédicas.
Pero también es necesario remarcar que Pablo en las sagradas escrituras fue claro al decir que no somos de Pablo o de Apolos porque Jesús no está dividido o es uno para Apolo y otro para Pablo, todos los predicadores enmarcan una verdad única que abarca la totalidad de las sagradas escrituras.
Un solo Dios, una sola prédica, un solo cuerpo de Jesús en su iglesia, un solo testimonio del Cristo y Dios vivo.
Pero verán que, los hombres al ser un número vasto o inmenso no podía sentirse identificado por todos los que predicaban. O lo que ellos escuchaban en un lugar geográfico distante podía variar o tener diferencias en la connotación que le daba quien la predicaba.
Esto que se vivió en la antigüedad se vive hoy. Un solo Dios, pero diferentes prédicas o personas de la iglesia que se identifican por lo que se da a entender en el modo de donde congrega y no como en otros lugares.
O hay casos extremos en que de una determinada región no aceptan lo que se menciona en otra por lo que muestran las prédicas del otro determinado lugar y lo que se da hoy en día, dos personas en una misma región difieren de las prédicas de la otra porque versan una en contra de la otra siendo un mismo Dios, las mismas sagradas escrituras, el mismo Cristo y el mismo Dios.
No es nada que no se haya dado en el inicio de los tiempos, todo esto lo hace Dios para que seamos guiados en la verdad del Santo Espíritu.
Jesús indicó en una misma casa dos personas estarán contra tres. El padre contra su hijo y el hijo contra su padre, la suegra contra su nuera, el hermano contra su hermana, no he venido a traer paz sino división.
Pues verán el perdón que es muy similar al amor debe actuar tan igual como el amor, no se puede salir de la situación de pecado si no existe perdón y como verán sino existe transgresión no existiría perdón.
Tampoco existiría amor sin perdón porque la transgresión está dentro de los hombres desde que el pecado actuó en el inicio de los tiempos.
Nadie está exento de pecado y así como tenemos derecho de pensar y actuar libremente el perdón nos lleva a una vida correcta en el buen juicio dado por el Espíritu de Dios. Es lo que nos llevará a conducirnos en la verdad. Existiendo el pecado en todos, el perdón es lo que nos hace acercarnos de forma correcta a nuestros hermanos.
Una comunidad de iglesia en la que nos podemos expresar abiertamente en múltiples dimensiones; nuestro amor por determinada congregación en la que el perdón es lo que realmente nos arraiga no directamente a nuestros hermanos, sino que es a través de Dios para tenernos unos a otros. La gracia de Dios actuando en nosotros porque Cristo implantó su amor a través de Él y por Él. Dios está actuando a través de nosotros por el perdón.
Entonces una iglesia de un determinado hermano no puede conducirnos a un destino distinto al que Dios implantó en nosotros.
Puedes tener a todas las personas cerca de ti, en una casa uno puede pertenecer a una determinada iglesia distinta a la tuya. Eso es lo que enmarca Jesús en su evangelio. Él mismo ha puesto la división dentro de una casa para que veas la inmensidad de Dios obrando. Esto para que en tu casa se sobrepongan a través de su Espíritu obrando en ti y salir de aquella situación que podría parecer insostenible de llevar.
Pero verás que al sobreponerse cada miembro de una casa es cuánto más se notará el Espíritu de Dios actuando en ti y en tu propio hermano, padre o suegra, tío, primo, etc.
«Yo he venido a prender fuego en el mundo; y ¡cómo quisiera que ya estuviera ardiendo! Tengo que pasar por una terrible prueba, y ¡cómo sufro hasta que se lleve a cabo! ¿Creen ustedes que he venido a traer paz a la tierra? Les digo que no, sino división.»
Dios quiere que arda esa llama que trajo con ustedes la división para que sientas lo que Dios mismo siente cuando trasgredes sus designios porque es como trasgreden en la libertad que Dios quiere implantar.
Solo el Espíritu de Dios hace posible sobrellevar cada instante en una casa, en un centro de labores, en una comunidad de iglesia. La gracia de Dios actuando por sobre el pecado que abunda cerca y dentro de una misma casa, congregación y todo lo que congrega personas.
Somos pecadores, pero al reconocernos de tal modo, estamos dando cuenta que la gracia de Dios nos hace actuar en la dirección correcta.
Pese a esta naturaleza de pecado que actúa en nosotros no depongamos un solo instante en llenarnos de testimonios vivos entre nosotros hermanos en Cristo. No es solo por ahora debe ser a cada instante porque todo esto que pasamos es para sobrellevar un poco lo que Cristo se lleva de nosotros y de todos, el llevarse el pecado de todos para que juntos logremos tenerlo en el lugar santo en que se encuentra ahora y es nuestro anhelo estar allí junto a Él en su reino.
Somos rocas vivas que conforman la iglesia que Dios erigió a través de su hijo Jesús y por la obra de los discípulos que hicieron lo que el Maestro les indicó, entonces al pasar a ser parte del cuerpo del Cristo viviente, la iglesia de Dios que busca en el fuego del espíritu en nosotros para hallar la verdad y nos guie como hermanos.
En el libro de apocalipsis, último libro de la biblia, encontramos el mensaje a las siete iglesias. El mensaje va dirigido a las 7 iglesias. Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea.
«Escribe al ángel de la iglesia de Éfeso: “Esto dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha y anda en medio de los siete candelabros de oro: Yo sé todo lo que haces; conozco tu duro trabajo y tu constancia, y sé que no puedes soportar a los malos. También sé que has puesto a prueba a los que dicen ser apóstoles y no lo son, y has descubierto que son mentirosos. Has sido constante, y has sufrido mucho por mi causa, sin cansarte. Pero tengo una cosa contra ti: que ya no tienes el mismo amor que al principio. Por eso, recuerda de dónde has caído, vuélvete a Dios y haz otra vez lo que hacías al principio. Si no, iré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar, a menos que te vuelvas a Dios. Sin embargo, tienes a tu favor que odias los hechos de los nicolaítas, los cuales yo también odio. ¡El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias! A los que salgan vencedores les daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.”»
Es necesario remarcar el texto que va antepuesto a este primer mensaje, que enmarca el mensaje a las 7 iglesias.
«El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.»
La primera iglesia a la que se refiere Jesús a través del apóstol Juan en las revelaciones del apocalipsis es la iglesia de Éfeso. Da cuentas que tiene algo determinante a su favor y es que odia los hechos de los nicolaítas. Sin embargo, la advertencia también está y es que, de no volver su mirada a Dios, al amor que le tenía en el principio, le será quitada el candelabro de su lugar.
Cada iglesia es un candelabro o un candelero de las siete, al igual que las estrellas son los ángeles delante de las siete iglesias o candelabros.
Entonces, el libro del apocalipsis empieza mencionando el mensaje de Jesús, el hijo del hombre, a través de un ángel a su siervo Juan para que sepamos lo que ha de ocurrir.
El mencionar siete iglesias y no una, hace referencia a que, si bien el Cristo hijo de Dios es uno, y se es un solo Dios en tres personas Padre, Hijo y Espíritu Santo, las siete iglesias que son solo un cuerpo de Cristo, se afianza en que cada una de las siete tiene un ángel que es una estrella delante de cada candelabro que es la iglesia.
A la primera iglesia, la de Éfeso le lanza una advertencia. Si bien el origen de las iglesias se enmarca en su ubicación geográfica en la iglesia primitiva; en el final de los tiempos se mantendrán las siete la que engloba Jesús pues es claro en mencionar que en su mano tiene a las siete y a los espíritus delante de cada una de ellas también.
No tiene mayor sentido ahora solo su representación geográfica pues también antes se les denotaba a los gentiles a los que eran extranjeros o estaban fuera, en tierras alejadas del pueblo de Judea. La salvación les llegó a ellos y no es necesario que estén o que ingresen a la región de Judea; sino esta otra aseveración la iglesia enmarca al ángel o el espíritu de dicha iglesia delante de ellos y que igualmente tiene a Jesús por sobre este ángel.
Dicho ángel guía como aquella que guio a los reyes de oriente para llegar al lugar donde había nacido el niño y poder adorarlo.
Una iglesia distinta bajo una estrella o un ángel distinto reuniendo a hermanos en Cristo bajo una doctrina basada en la voluntad y complacencia de Dios y que tienen que estar en completa disposición a sus designios.
Un hermano que pertenece a una iglesia distinta a la tuya no es de estar a tu disposición tampoco a la de tu doctrina, debemos tener conocimiento que va a ser Dios quien encuentre a aquellos en el camino correcto y si deben de disponer hacer las correcciones que ahora se menciona en el libro de las revelaciones del apocalipsis.
«Escribe también al ángel de la iglesia de Esmirna: “Esto dice el primero y el último, el que murió y ha vuelto a vivir: Yo conozco tus sufrimientos y tu pobreza, aunque en realidad eres rico. Y sé lo mal que hablan de ti los que se dicen judíos, pero no son otra cosa que una congregación de Satanás. No tengas miedo de lo que vas a sufrir, pues el diablo meterá en la cárcel a algunos de ustedes, para que todos ustedes sean puestos a prueba; y tendrán que sufrir durante diez días. Mantente fiel hasta la muerte, y yo te daré la vida como premio ¡El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias! Los que salgan vencedores no sufrirán ningún daño de la segunda muerte”.»
Contra esta iglesia no tiene algo en su contra. Quienes congregan aquí serán puestos a prueba y deben mantenerse fieles hasta el final pues no será menos difícil para ellos como a todo hombre lleno del Espíritu de Dios.
«Escribe también al ángel de la iglesia de Pérgamo: “Esto dice el que tiene la aguda espada de dos filos: Yo sé que vives donde Satanás tiene su trono; sin embargo, sigues fiel a mi causa. No renegaste de tu fe en mí, ni siquiera en los días en que a Antipas, mi testigo fiel, lo mataron en esa ciudad donde vive Satanás. Pero tengo unas cuantas cosas contra ti: que ahí tienes algunos que no quieren apartarse de la enseñanza de Balaam, el cual aconsejó a Balac que hiciera pecar a los israelitas incitándolos a comer alimentos ofrecidos en sacrificio a los ídolos y a la prostitución. También tienes ahí algunos que no quieren apartarse de la enseñanza de los nicolaítas. Por eso, vuélvete a Dios; de lo contrario, iré pronto a ti, y con la espada que sale de mi boca pelearé contra ellos. ¡El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias! A los que salgan vencedores les daré a comer del maná que está escondido; y les daré también una piedra blanca, en la que está escrito un nombre nuevo que nadie conoce sino quien lo recibe.»
En la iglesia de Pérgamo también tiene un reclamo grande y es que en la ciudad donde vive está el trono de Satanás, pero no la condiciona a este hecho, sino que nos hace ver que la ciudad del trono de Satanás es donde se asienta esta iglesia.
Lo que condiciona Dios es a que tiene esto otro en contra de ella. Al contrario de la primera es que tiene afinidad con la práctica de los nicolaítas en incitar a los israelitas a comer alimentos ofrecidos en sacrificio a los ídolos y a la prostitución. Si ellos no hacen algo en contra de eso Dios mismo peleará contra ellos.
Acá llega la frase que también Jesús la utiliza en sus parábolas enmarcadas en los evangelios y es el que tiene oídos, oiga lo que se menciona. Pues bien, la frase hace referencia a entender lo que está escrito y es de necesario ponerla en práctica pronto, es de sumo necesario entenderla, porque si no, no se pondrá en práctica, y no basta entenderla es hacer lo que allí está escrito.
Mientras que, en la primera, la iglesia de Éfeso, aborrecían las prácticas de los nicolaítas en esta última, la iglesia de Pérgamo, aceptan las prácticas de ellos y esto es la condición por corregir para estar cerca de Dios.
«Escribe también al ángel de la iglesia de Tiatira: “Esto dice el Hijo de Dios, el que tiene los ojos como llamas de fuego y los pies como bronce pulido: Yo sé todo lo que haces; conozco tu amor, tu fe, tu servicio y tu constancia, y sé que ahora estás haciendo más que al principio. Pero tengo una cosa contra ti: que toleras a esa mujer, Jezabel, que se llama a sí misma profetisa, pero engaña con su enseñanza a mis siervos, incitándolos a la prostitución y a comer alimentos ofrecidos en sacrificio a los ídolos. Yo le he dado tiempo para que se convierta a Dios; pero ella no ha querido hacerlo ni ha abandonado su prostitución. Por eso, voy a hacerla caer en cama, y mataré a sus hijos; y a los que cometen adulterio con ella, si no dejan de portarse como ella lo hace, les enviaré grandes sufrimientos. Así todas las iglesias se darán cuenta de que yo conozco hasta el fondo la mente y el corazón; y a cada uno de ustedes le daré según lo que haya hecho. En cuanto a ustedes, los que están en Tiatira, pero no siguen esa enseñanza ni han llegado a conocer lo que ellos llaman los secretos profundos de Satanás, les digo que no les impongo otra carga. Pero conserven lo que tienen, hasta que yo venga. A las que salgan vencedores y sigan hasta el fin haciendo lo que yo quiero que se haga, les daré autoridad sobre las naciones, así como mi Padre me ha dado autoridad a mí; y gobernarán a las naciones con cetro de hierro, y las harán pedazos como a ollas de barro. Y les daré también la estrella de la mañana. ¡El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias!”.»
Los espíritus de las iglesias están en los fieles que se acercan a congregar con ellas, es por lo que a los que se mantienen en la verdadera doctrina les pide que perseveren hasta el final.
Pero en la iglesia de Tiatira indica que aceptan a esa mujer Jezabel que se autodenomina profetisa, pero que realmente está invitando a pecar a los verdaderos siervos de Dios.
Es de notar que son los espíritus de las iglesias y si ya es difícil separar a una iglesia de otra porque existen muchas religiones que parecieran ser realmente iglesias y no lo son pues religión no es iglesia. Por tanto, es de remarcar que las religiones sin ser iglesia enmarcan doctrinas falsas. En el libro de apocalipsis solo se enmarca siete espíritus de las iglesias y también solo siete candeleros.
Entonces, quienes tengan algo de espíritu de una de las que les hace esta advertencia sean claros en dejar estas prácticas, de no poner fin recibirán por el comportamiento que estén haciendo, también obtendrán el castigo en esta parte final de la historia de la humanidad.
La historia de Jezabel está relatada en el antiguo testamento. Fue esposa de uno de los reyes israelitas, Acab, ella persiguió a los profetas del pueblo elegido tomando el nombre de su esposo el rey. Persiguió al profeta Elías como también al profeta Eliseo, al primero conminó a huir fuera de la ciudad y ocultarse de todos.
Mató a muchos de los profetas como también persiguió a otros, utilizaba el poder de su esposo el rey Acab, tomando su sello para dictar cláusulas en procura de implantar la adoración a falsos dioses y con ello dar persecución a los profetas de Dios.
La muerte de Jezabel llega con la sucesión de los tronos donde su hijo y su nieto suceden al rey Acab, pero el profeta Eliseo unge a Jehú hijo de Josafat y nieto de Nimsi como sucesor del trono en contraposición a Jorán rey de Israel y a Ocozías rey de Judá, al primero Jehú le da muerte con su arco y flecha, en tanto que, al segundo, al huir lo persiguen hasta darle muerte en Meguido.
Al retornar, Jehú, a Jezreel luego de dar muerte a ambos reyes, y enterándose, Jezabel; se sombrea los ojos y se arregla el cabello y al pasar frente a la puerta de la ciudad se asoma por la ventana y le dice a Jehú “¿Cómo estás Simri, asesino de tu Señor?” enseguida Jehú al oírla indica “¿Quiénes están conmigo? ¿Quién?” entonces dos o tres oficiales que estaban con él reciben la orden de arrojarla. Al caer desde lo alto su sangre salpica a la pared y los caballos que ingresaban la pisotean.
Jehú al entrar a la ciudad se sienta a comer, pero al terminar indica que se ocupen de esa maldita mujer, “denle sepultura pues es hija de un rey”, pero quienes fueron a cumplir la orden encuentran solo los pies, las manos y el cráneo de ella. Los perros habían acabado con ella. Y así se cumplió la profecía del Señor a través de su siervo Elías “En el campo de Jezreel los perros comerán a Jezabel” de hecho el cadáver de Jezabel será como estiércol en el campo de Jezreel y nadie podrá identificarla ni decir “ésta era Jezabel”.
«Escribe también al ángel de la iglesia de Sardes: “Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: Yo sé todo lo que haces, y sé que estás muerto, aunque tienes fama de estar vivo. Despiértate y refuerza las cosas que todavía quedan, pero que ya están a punto de morir, pues he visto que lo que haces no es perfecto delante de mi Dios. Recuerda, pues, la enseñanza que has recibido; síguela y vuélvete a Dios. Si no te mantienes despierto, iré a ti como el ladrón, cuando menos lo esperes. Sin embargo, ahí en Sardes tienes unas cuantas personas que no han manchado sus ropas; ellas andarán conmigo vestidas de blanco, porque se lo merecen. Los que salgan vencedores serán así vestidos de blanco, y no borraré sus nombres del libro de la vida, sino que los reconoceré delante de mi Padre y delante de sus ángeles ¡El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias!»
La iglesia de Sardes no tiene a Dios pues casi todos aquí están dormidos o están muertos delante de Dios y les indica que despierten pues Jesús vendrá como un ladrón y los pocos que están allí no manchan sus ropas, se harán con las ropas de blanco que Dios prometió a sus fieles.
Verán que en una congregación puede haber algo de verdad en las personas y siempre Dios ve a las personas no las doctrinas, las prácticas o las normas que los vayan a salvar dentro de la iglesia que congregan. Son los hombres que mantienen las enseñanzas quienes se salvarán.
Es claro entonces decir que el corazón de las personas y el hacer la voluntad de Dios en los hombres es lo que los acerca a obtener la atención de Dios con ellos. En ningún sentido es la congregación y sus enseñanzas que allí se imparten lo que los sindique como que da la salvación de los hombres.
Uno puede pertenecer a cualquier congregación, es Dios quien conoce a profundidad el corazón y la mente del hombre y es en suma lo que ha de redimirlo en el último día.
«Escribe también al ángel de la iglesia de Filadelfia: “Esto dice el que es santo y verdadero, el que tiene la llave del rey David, el que cuando abre nadie puede cerrar y cuando cierra nadie puede abrir: Yo sé todo lo que haces; mira, delante de ti he puesto una puerta abierta que nadie puede cerrar, y aunque tienes poca fuerza, has hecho caso de mi palabra y no me has negado. Yo haré que los de la congregación de Satanás, los mentirosos que dicen ser judíos y no lo son, vayan a arrodillarse a tus pies, para que sepan que yo te he amado. Has cumplido mi mandamiento de ser constante, y por eso yo te protegeré de la hora de prueba que va a venir sobre el mundo entero para poner a prueba a todos los que viven en la tierra. Vengo pronto. Conserva lo que tienes, para que nadie te arrebate tu premio. A los que salgan vencedores les daré que sean columnas en el templo de mi Dios, y nunca más saldrán de allí; y en ellos escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que viene del cielo, de mi Dios; y también escribiré en ellos mi nombre nuevo. ¡El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias!”»
Es de resaltar que son muchas ocasiones mencionando esta frase “el que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” y es de remarcar nuevamente que quiere decir es de sumo necesario entender lo que allí se menciona o anteponer esto antes que otras cosas pues sobre esto viene el juicio de Dios, sobre los que no hacen la voluntad que está enmarcada en el texto.
En la iglesia de Filadelfia, aunque les menciona tener poca fuerza ellos siempre han hecho lo que agrada al Señor, para ellos viene su reino. Pero vean que las palabras de Dios son para mantenerse firmes en todo instante hasta el final y siempre remarca el premio que les tiene a cada una de las 7 iglesias.
Así que igualmente, la iglesia no es la que le da la salvación sino la perseverancia en Dios es lo que los conduce a un destino de redención, salvación y el encumbramiento de los fieles que allí mantienen la fe verdadera.
«Escribe también al ángel de la iglesia de Laodicea: “Esto dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el origen de todo lo que Dios creó: Yo sé todo lo que haces. Sé que no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero como eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Pues tú dices que eres rico, que te ha ido muy bien y que no te hace falta nada; y no te das cuenta de que eres un desdichado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por eso te aconsejo que de mí compres oro refinado en el fuego, para que seas realmente rico; y que de mí compres ropa blanca para vestirte y cubrir tu vergonzosa desnudez, y una medicina para que te la pongas en los ojos y veas. Yo reprendo y corrijo a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y vuélvete a Dios. Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos. A los que salgan vencedores les daré un lugar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono ¡El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias!”»
Si hay una iglesia que tiene una gran reprensión de nuestro Señor es ésta última iglesia, Laodicea; y verán las que tienen la frase “el que tiene oídos, oiga” son las que tienen que cambiar su actitud porque sus obras no están conforme al Señor.
Esta última iglesia no logra ser ni frío ni caliente, y por eso la vomitará de su boca y la palabra de Dios es muy incisiva al ver los términos que usa para reconvenirla. La verdadera riqueza está en Dios y no en lo que ellos mencionan tener. Lo que hace el Señor es hacerlos reconvenir por los actos que no le son agradables y busca corregir porque los ama, no quiere que se pierdan. A los que salgan vencedores les dará un lugar en su trono.
En los capítulos 2 y 3 del libro de las revelaciones del apocalipsis están enmarcadas el mensaje a las siete iglesias. Y es de notar que tenemos algo en una de las iglesias que se mencionan, en una más que en las demás, y es claro reconocer que podemos tener parte en más de una porque, aunque el espíritu enmarca o define claramente siete es claro que se puede caer en más de una advertencia.
Aquí, es de nosotros saber a la congregación de entre las siete cuál es la que está actuando definitivamente en nosotros y de encontrar la advertencia “el que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.
Reconocer pronto, resarcir inmediatamente nuestra forma de actuar o hacer las obras en conformidad en adelante para no caer en el castigo.
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