Portada del mes de julio 2024 del tercer año de la serie "el amor que nos cambia"
Traemos el texto del mes
de julio del 2024 de la saga "El amor que nos cambia". El relato
busca acercarnos verdaderamente entre todos los hombres. No colocarnos títulos,
o encumbrarnos de forma equivocada; busca colocar a Dios primero y ver la gloria
de Dios en cada situación en que nos encontremos.
Puede leer el relato aquí
en Facebook o lo puede hacer en nuestras plataformas de lectura electrónica.
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RESUMEN
Jesús es llevado a ser
juzgado ante Poncio Pilato y es allí donde menciona esta frase, no le respondía
a sus preguntas porque los jefes de los sacerdotes lo habían acusado de
blasfemar y de negar la autoridad del César. “No tendrías ningún poder sobre mí
si no te lo hubieran dado desde lo alto” pudo oírsele decir, cuando él
gobernador de Roma en Judea le había increpado, “no sabes que tengo la
autoridad para soltarte o para condenarte”.
Porqué le dijo “desde lo
alto” y no “de Dios”, quizás porque no significan lo mismo o quizás porque
deseaba que indaguemos un poco y discernamos un poco más en aquella frase.
Pues bien, en el relato
del mes de julio 2024 de la saga “el amor que nos cambia en su tercer año”
queremos presentarle una posible respuesta a esta interrogante que nos hacemos
y que nos llevaría a hacer lo mismo con todas las demás preguntas que podrían
surgir.
Ahora les dejamos el
relato completo.
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NO TENDRÍAS NINGÚN PODER
SOBRE MÍ
Las situaciones duras son
las que nos hacen fortalecernos para que crezca nuestra fe, aunque pensamos que
nuestras oraciones no han sido oídas o que Dios no las está haciendo conforme
le pedimos.
En realidad, está
haciéndola cumplir del modo correcto. Tenemos que seguir trabajando pues el
compromiso de Dios no está designado solo a cumplirse en la tierra, se basa en
la sabiduría eterna de cumplirse en la plenitud del cielo.
Toda oración llega a oídos
de Dios, no dudemos que está trabajando en eso que le pedimos solo que nosotros
debemos forjar este espíritu para recibirlo.
Cuando un espíritu inmundo
sale del hombre, éste vaga por el desierto y sediento se dice “volveré de donde
salí”, entonces busca a otros peores que él y cuando llega a este mismo hombre
encuentra la casa barrida y arreglada y así hace morada con todos ellos allí.
Un hombre debe saber que
sin el Espíritu de Dios en el corazón otro espíritu lo habitará y no quiere
decir que cuando caigamos en pecado este otro lo habitará, sino que la gracia
de Dios dada en su Espíritu debe de infundir el temor para que aquel otro no se
cobije en nuestro ser.
Todos somos pecadores eso
es natural, pero es divino acercarnos a Dios en todo instante aún en pecado
para que nos envuelva en su perdón.
No hay nada fuera de Dios,
todo está bajo sus manos incluso aquellos espíritus inmundos.
«Y clamaron diciendo: ¿Qué
tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos
antes de tiempo?»
El tiempo de Dios para
eliminar al enemigo se acerca, pero la maldad está en los hombres por lo que
debemos prepararnos para que todas estas cosas no nos pasen a nosotros y el
único que podrá librarnos de todas estas cosas que vendrán es Dios.
El camino es Jesús y
nuestro maestro nos enseñó cómo he de librarnos a través de cumplir sus
enseñanzas.
Los hombres no reconocían
a Jesús como el Hijo del Altísimo, pero los demonios, sí. Es por lo que le
imploran ser enviados al hato grande de cerdos que yacía cerca, aún debe de
haber el número de hombres para gobernar con Jesús en el reino de los cielos,
para que acontezcan todas las calamidades en la tierra sobre quienes no hacen
su voluntad.
Los hombres con Dios
pueden sobreponerse no por ellos, sino por la gracia de Dios, pero sabemos que
la vida en la tierra es limitada y llega a su fin mas no los días de los
hombres en los cielos.
«Si la trompeta suena en
la ciudad, la gente se alarma; si algo malo pasa en la ciudad, es porque el
Señor lo ha mandado. Nunca hace nada el Señor sin revelarlo a sus siervos los
profetas.»
La palabra de Dios es viva
y eficaz, más cortante que una espada de dos filos corta el alma, las
coyunturas y llega a los tuétanos de los huesos. Para discernir las intenciones
del corazón de los hombres. Nada escapa a la sabiduría de Dios y no hay algo escondido
que no llegue a saberse.
La palabra de Dios que
narran los hechos del fin que acontecerán son para que conozcamos qué hacer,
para poder salvarnos. Nuestro corazón no se llene de las cosas materiales de la
tierra, las cosas valederas son las del cielo. No acumulen tesoros en la tierra
donde el hollín y la polilla carcome, mas bien acumulen tesoros en el cielo
donde el ladrón no hurta ni nada lo carcome.
Lo valioso está en eso qué
hacemos con los que tenemos cerca, de como nos expresamos, de cómo nos sentimos
en los momentos difíciles cuando tenemos a Dios en el corazón. Cómo podemos
resolver en los momentos desafiantes, qué hacemos cuando alguien nos necesita,
si nos negamos a nosotros por el amor de Dios actuando en nosotros.
«Sobre toda cosa guardada
guarda tu corazón; porque de él mana la vida».
Lo perecedero no surte
mayor efecto que, un pueblo caminando con el anhelo de llenarnos del consuelo
del Espíritu de Dios porque nos hemos apartado del camino correcto.
«Os trastorné, como cuando
Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego;
pero a pesar de eso, ustedes no se arrepintieron. Yo, el Dios de Israel, les
juro que así fue. Por todo eso, pueblo de Israel, ahora voy a castigarlos; y
como no podrán evitarlo, ¡prepárense para encontrarse conmigo».
«Os digo que, entre los
nacidos de mujer, no hay nadie mayor que Juan; sin embargo, el más pequeño en
el reino de Dios es mayor que él».
El camino lo empezó Juan
el bautizante, pero él sabía que era la voz en el desierto, solo preparaba el
camino a quién él no merecía agacharse para atarle los cordones de sus
sandalias, aplanó los montes y rellenó las depresiones. Dijo que el que tenga
dos capas que le dé una a quien no la tenga. A un soldado que le preguntó qué
debía hacer, él le dijo que se conformara con su salario.
Jesús dijo “díganle a
Juan, los ciegos miran, los cojos andan y la buena noticia es proclamada a los
pobres”. Jesús es el único camino ¿Por qué dudan?
«Si yo no hago las obras
que hace mi Padre, no me crean. Pero si las hago, aunque no me crean a mí,
crean en las obras que hago, para que sepan de una vez por todas que el Padre
está en mí y que yo estoy en el Padre».
«Pedid, y se os dará;
buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá».
«Ciertamente os aseguro
que me buscáis no porque habéis visto señales, sino porque comisteis pan hasta
llenaros. Trabajad, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que
permanece para vida eterna, la cual os dará el Hijo del hombre».
Todo lo encontramos en
Jesús, su hijo único en quien podemos percibir a Dios mismo.
Los que responden al
llamado de Dios obtendremos un lugar en la casa de Dios, pero es claro notar
que Jesús al ser llevado a morir cuando estaba siendo juzgado por Pilato se
refirió a la autoridad que tenía de este modo.
«No tendrías ningún poder
sobre mí si no te lo hubieran dado desde lo alto».
Jesús no tiene autoridad
sobre el gobernador de Roma en Judea, Poncio Pilato, porque su gobierno no es
de este mundo sino sus ángeles no permitirían que fuese a ser juzgado.
En todo, no es tan clara
esta declaración porque pareciera ser algo inexacta ya que así no se debe de
llevar los designios de Dios. Para conocer en su totalidad es necesario verla
ampliamente.
En el mundo existen
jerarquías y eso viene desde el principio ¿Cuándo un hombre fue a tener un
designio mayor que otro?
Abel encontró la
predilección de Dios al ofrecer como ofrenda el sacrificio de las primeras
crías de su rebaño, luego Dios ve en Noé como quien tiene temor de Dios por
sobre todo el miedo que se infunde en la tierra por los gigantes nefilín, a
quien, Dios le ordena construir el arca para terminar con el terror que se
había diseminado, salvar solo a él, a sus parientes cercanos juntamente a las
especies hembra y macho de todas las especies de animales.
Luego se ve a Enoc el
profeta que se indica en su libro apócrifo que caminaba por el espacio sideral
con los ángeles, el mismo habla más detalladamente sobre los nefilín, quienes
habían nacido de la unión de los ángeles con las mujeres de los hombres.
También a Abraham el
patriarca del pueblo elegido de Dios, profeta de la nación incontable que Dios
le prometió. Se habla que Abraham, entregó a su hijo Isaac como herencia todas
sus posesiones, no solo materiales también la potestad de continuar el legado
que le fue otorgado por Dios a su padre Abraham.
Y verán que de Abraham
parten dos naciones grandes los Israelitas y los Ismaelitas. Ambos en
contienda. La nación musulmana es la que provienen del hijo que tuvo Abraham
con su sierva Agar, Ismael. Él nació antes, su esposa Saraí no quedaba
embarazada, aunque los ángeles que le visitaron le habían prometido que le
nacería un hijo.
Fue ella que le propuso a
su esposo, Abraham, tener un hijo con la sierva de su propia casa, Agar; porque
pensó ella, debido a su avanzada edad, ya no podría darle el hijo de la promesa
de Dios a su esposo.
Entonces vemos en nuestros
días que la nación musulmana descendencia del otro hijo del patriarca Abraham
tienen como profeta más grande a Mahoma, y reconocen en el Corán (su libro
sagrado) a Jesús como profeta, pero no como el hijo de Dios. Ven a Mahoma el
profeta más alto.
De igual forma hay
jerarquización cuando llegamos al rey David, continúa su legado en su hijo, el
rey Salomón.
Los hombres que Dios llamó
tienen una jerarquía, pero es Dios quien la otorga.
Y así llegamos a nuestros
tiempos donde se ve a autoridades y a ciudadanos. A presidentes, ministros,
senadores, diputados, alcaldes, regidores, prefectos, etc.
En todas las naciones hay
jerarquización y esto mismo lo percibimos en la congregación religiosa. Están
el Papa, monseñores, arzobispos, obispos, sacerdotes, párrocos, capellanes,
laicos y así muchos títulos que se nos colocan para referirnos a nuestras autoridades.
Hay gobernantes y
súbditos, así como señores y siervos, como que la línea de jerarquización es
vertical, pero ¿Es necesario ser así?
«Así que ya no son dos,
sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe».
«Mas entre vosotros no
será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro
servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo».
«Si no os volvéis y os
hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así pues, cualquiera
que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos».
La voluntad de Dios para
los hombres está en el sentido de jerarquizar horizontalmente y no de forma
vertical como es entre los hombres. Es decir, es plana no está en el sentido
que se vive en este mundo. Si no, porqué alguien quisiera ser el primero si se
convertirá en esclavo de todos o será el último de todos.
Cuando Dios trajo abajo
las intenciones de Lucifer a través del arcángel Gabriel que comandó a los
ángeles que decidieron no participar de la rebelión que estaba gestándose.
Lucifer fue echado del
cielo y llegó a la tierra, él solo conocía la jerarquización que Dios impuso
para con los ángeles que eran otros como él.
Entonces la respuesta a
toda esta línea de la jerarquía que instauró el príncipe de este mundo o el
gobernante de este mundo a los hombres es la que el diablo y satanás conoció
cuando fue un ángel, pero ya no es más al haber abandonado el cielo. No obstante,
llegó al hombre por el pecado de Adán y de Eva.
El enemigo de Dios
engendró esta línea jerárquica en los hombres por el pecado y la línea
jerárquica la creó Dios en el cielo para con los ángeles jerarquizados en
querubines, serafines, arcángeles, etc. pero que no debía ser así entre los
hombres.
El hombre, aún apartarse
de su gracia en que se hallaba en el paraíso, tuvo que hacer algo así por el
pecado que entró en el hombre por la serpiente antigua, el diablo. Aún ser,
esta jerarquía, significativamente creada por Dios para con los ángeles y no
para con los hombres.
Satanás no conocía algo
diferente a lo que tenía por disposición de Dios en los ángeles.
Es por tal motivo que,
vemos en nuestras autoridades de hoy que nos avasallan con su poder, aunque la
autoridad proviene de arriba no proviene exactamente de la forma plena conforme
a la voluntad de Dios.
La línea jerárquica que se
ve es de lo que sembró satanás en los hombres y que es la forma en que la tenía
cuando había sido un ángel de luz.
Lucifer tenía el designio
más alto entre los ángeles, pero dejó de tener este designio al convertirse en
un espíritu inmundo, ya como satanás y siendo así se instauró como príncipe de
este mundo.
En el texto apócrifo se
relata que fue el ángel Gabriel, quien provenía de una jerarquía menor, fue
quien le hizo frente cuando Lucifer infundía el más grande propósito entre
todos los ángeles.
Aunque su legado era muy
alto en el cielo, su nombre significa “portador de luz”, pero que el ángel
Gabriel cuyo nombre significa “quien como Dios” pudo hacerle frente y deponer
la rebelión que había comenzado en el cielo por Lucifer que arrastró un tercio
de las estrellas con su cola.
El designio mayor no
estaba en el orden de los ángeles provenía de la línea directa de Dios en su
hijo único, Jesús. La luz que se encarna en el cielo y que es la luz que
ilumina a los hombres.
Satanás implantó su
autoridad en este mundo, y ha sido soltado de su prisión de estar mil años
encadenado para engañar a las naciones y reunirlos para la batalla. Batalla que
ya se desató en los cielos.
«No me queda mucho tiempo
para hablar con ustedes, porque se acerca el que gobierna este mundo. Él no
tiene ningún poder sobre mí, pero haré lo que el Padre me manda, para que el
mundo sepa que amo al Padre. Vamos, salgamos de aquí. No dejen que el corazón
se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí».
Dios tiene un plan en el
cielo en donde se cumplen sus designios y aunque el hombre fue echado del
paraíso a este mundo lleno de maldad por el gobierno que implantó el príncipe
de este mundo. Debemos de notar en las sagradas escrituras todo lo que nos es
necesario para estar en su reino hoy y en la eternidad.
«Junto con Jesús clavaron
también a dos bandidos, y los pusieron uno a su derecha y el otro a su
izquierda».
Jesús fue crucificado
junto a dos malhechores, Él estaba en medio, la jerarquización horizontal es
que todos los hombres estamos en el mismo plano terrenal, Jesús murió así, dado
este plano igual que todo hombre, no hubo excepción en él en torno a la muerte.
Pero el estar al medio, al
tener uno a su izquierda y otro a su derecha remarca el designio de haber
definitivamente una jerarquización, pero en el mismo plano entre los hombres.
En el mensaje a las 7
iglesias y la iglesia la componemos hombres, somos todos hombres o seres
humanos, se nos coloca de igual modo en la jerarquización horizontal ninguna
por sobre otra, geográficamente en el mismo plano, somos llamados a ser sal y
luz del mundo, es el llamado que todo hombre tiene.
«Escribe al ángel de la
iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda
en medio de los siete candeleros de oro».
Al comenzar el mensaje a
las siete iglesias menciona primero a la de Éfeso, pero quien tiene en su
diestra a este ángel y a las siete y anda en medio es claramente, Jesús. Jesús
en medio de las siete en igual medida en un plano equivalente o similar con los
hombres llamados a ser sal y luz del mundo.
Verán que los hombres al
igual que Jesús con los malhechores en la crucifixión y al igual que las
iglesias no hace jerarquización vertical porque en los hombres no hay esta
jerarquización.
«Porque, ¿cuál es mayor,
el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No lo es el que se sienta a la
mesa? Sin embargo, entre vosotros yo soy como el que sirve».
Jesús se hizo el sirviente
por voluntad de su Padre, Dios y de igual modo para entrar en su reino he de
notarnos hacernos sirviente, pero a este plano no podemos como hombres. Jesús
mismo no le quitó esta autoridad a Poncio Pilato, murió por voluntad de un
hombre o por voluntad de los hombres.
Pero cómo es que Jesús no
se hizo polvo o no retornó a la tierra como todo hombre desde Adán y hasta el
final.
«Pilato volvió a entrar en
el palacio, llamó a Jesús y le preguntó:
—¿Eres tú el Rey de los
judíos?
Jesús le dijo:
—¿Eso lo preguntas tú por
tu cuenta, o porque otros te lo han dicho de mí?
Le contestó Pilato:
—¿Acaso yo soy judío? Los
de tu nación y los jefes de los sacerdotes son los que te han entregado a mí.
¿Qué has hecho?»
La autoridad de los
hombres llega solo al plano de los hombres y si no tendrían autoridad no
podrían haberlo entregado a morir. Pero verán, que la autoridad de los hombres
no traspasa la barrera de la muerte. La muerte es la barrera infranqueable que
implantó el enemigo, satanás.
Mas Dios colocó un
espíritu a los hombres y ésta es la que puede traspasar la barrera de la muerte
que el gobernante de este mundo no puede eludir, no es la muerte; es el
espíritu que Dios colocó al hombre para que tenga vida. Solo hay vida en el
espíritu y si nosotros hemos de buscar algo en la tierra para evadir los
designios de Dios eso es estar negando la autoridad de Dios y el cielo.
Encontrar la jerarquía
vertical a través de Dios porque Dios lo impuso en el cielo y no para los
hombres en la tierra. El diablo quiere implantar el engaño a través de sostener
la muerte, muerte que ya fue derribada por Jesús.
Los propósitos de Dios no
dejan de cumplirse, debemos de encontrar el camino que enseñó Jesús y aunque en
el cielo ya estaba el designio que su hijo iluminaría la conciencia del hombre
pues se indica que el hombre se rebelaría ante su Padre y su Hijo, el hijo de
la luz sería quien reconvendría al hombre a seguir el propósito verdadero por
el que fue creado para llegar a la vida y una vida como hay vida en el cielo,
eterna por los siglos de los siglos porque no tendrá fin.
«Su gobierno y la paz
nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia desde el trono de su
antepasado David por toda la eternidad. ¡El ferviente compromiso del Señor de
los Ejércitos Celestiales hará que esto suceda!».
La vida es el gobierno del
cielo si deseamos algo de este mundo la muerte nos llegará de forma
irremediable.
Juan 13, 4 – 17
Así que se levantó de la
mesa, se quitó el manto, se ató una toalla a la cintura y echó agua en un
recipiente. Luego comenzó a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos
con la toalla que tenía en la cintura. Cuando se acercó a Simón Pedro, este le
dijo: —Señor, ¿tú me vas a lavar los pies a mí? Jesús contestó: —Ahora no
entiendes lo que hago, pero algún día lo entenderás. —¡No! —protestó Pedro—.
¡Jamás me lavarás los pies! —Si no te lavo —respondió Jesús—, no vas a
pertenecerme. —¡Entonces, lávame también las manos y la cabeza, Señor, no solo
los pies! —exclamó Simón Pedro. Jesús respondió: —Una persona que se ha bañado
bien no necesita lavarse más que los pies para estar completamente limpia. Y
ustedes, discípulos, están limpios, aunque no todos. Pues Jesús sabía quién lo
iba a traicionar. A eso se refería cuando dijo: «No todos están limpios».
Después de lavarles los pies, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó:
—¿Entienden lo que acabo de hacer? Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen
razón, porque es lo que soy. Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado
los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les di mi ejemplo para
que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Les digo la verdad,
los esclavos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que
quien envía el mensaje. Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por
hacerlas.
Oración. Dios Padre
eterno, acuérdate de nosotros cuando reunidos suplicamos por que tu Espíritu
Santo nos mueva a hacerlo continuamente, ayúdanos a encontrarte a través de
Jesús puesto en los hombres que nos necesitan. Cuando el mundo nos lleve a
apartarnos de ti, sepámoslo reconocer y no nos dejemos llevar. Tú y solo Tú
puedes librarnos de la condena del diablo, sal a nuestro encuentro cuando esto
suceda y tráenos de regreso a tu lado porque solo en ti hallamos el consuelo y
la paz que no se halla en el mundo. Concédenos los dones de tu Espíritu para
congregarnos en gozo, sabiduría y en verdad. Todo esto te pedimos nos lo
concedas a través de Jesús tu hijo único, amén.