La saga ha cambiado de nombre este año. Ahora tiene por título "El amor que nos cambia, año 2024".
En el relato del mes de enero encontramos la virtud de los ángeles que firmes en la fe, la verdad y la esperanza no sucumbieron ante la tentación de uno como ellos en el cielo.
Acompáñenos en esta interesante historia.
Storyplace.
Los ángeles en Storyplace Parte 1
Los ángeles en Storyplace Parte 2
Los ángeles en Storyplace Parte 3
Los ángeles en Storyplace Parte 4
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LOS ÁNGELES
Hace poco pasamos las fiestas navideñas, en
estas fechas se suele escuchar el anuncio del ángel Gabriel a María. "El
ángel se acercó a la virgen en Nazareth una región de Galilea; ella estaba
desposada por un varón descendiente de David, José. Entonces, María concebiría
un hijo".
Es natural, entonces, conocer de su existencia,
pero quizás encontremos algo más allá de las historias que encontramos en la
biblia.
En la biblia es recurrente mencionarse, aunque
no menciona sobre su apariencia. Se sabe que cuando se aparecen son semejantes
a un humano, suelen tener esta apariencia.
En las sagradas escrituras se les menciona, no
con las dos alas en la espalda y con una dulce apariencia que muestras sus
esculturas, estas son unas verdaderas obras de arte, pero se hacen para
representarlos.
En la biblia aparecen y de cierta forma
confunden al hombre cuando se tiene la seguridad de que no se trataría de un
ser humano; normalmente su aparición suele causar eso, confusión. Al
percibirlos con apariencia de hombre cuando es de percatarse de no ser así y al
tratarse de un ángel nos sentimos confusos porque con esa apariencia de ser
humano no se podría tener la seguridad plena que hubo algo característico para
diferenciárseles.
«Respondió Natanael: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel". Jesús le contestó: "Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver". Después añadió: "Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".»
Suelen tener mucha sabiduría, bajan del cielo y
suben nuevamente. Ellos no son hombres, por ende, no siguen el plan de Dios
para con los hombres, en cierta medida ellos ya completaron el plan de Dios al
tener acceso al cielo, y eso es algo que los hombres no pueden hacer.
Suele presentarse a hombres para darle un
conjunto de mensajes que con su sola presencia es de gran connotación, dan a
conocer algo a través de sus palabras, quizás para sanar algo en nosotros o
consolarnos de algún modo, y en otras ocasiones para darnos una lección.
Nos preguntamos para qué fueron creados, o
porqué no interactúan libremente con nosotros, los hombres.
«¿No sabes que yo podría rogarle a mi Padre, y él me mandaría ahora mismo más de doce ejércitos de ángeles? Pero en ese caso, ¿cómo se cumplirían las Escrituras, que dicen que debe suceder así?»?
Están al servicio de Dios eso está claro, su
total disposición esta con su creador, Dios Padre.
También, es común hablar del Espíritu Santo; se
le denota como una paloma porque fue así como envió Dios Padre en el momento en
que Jesús estaba siendo bautizado por el profeta Juan el bautista. Pero no
significa que sea su aspecto real. Solo fue en esta ocasión verlo representado
así.
Ahora percatémonos que, Dios Padre también lo
representamos con un cuerpo y allí en su representación que le damos por lo
general es una persona mayor o una persona de avanzada edad, pero realmente no
sabemos cómo es. Solemos darle imagen humana porque cuando creó al hombre a su
imagen y semejanza se refería primero al espíritu con que nos dotó y segundo el
ser, el cuerpo con la cabeza como Jesús su hijo que dirige el resto del cuerpo,
luego el cuerpo propiamente dicho como la iglesia representando a todos los hombres
que la componemos.
Conocemos al Padre por Jesús al ser ellos dos
uno solo.
Para comprender detenidamente sobre la
relevancia que tienen los ángeles, no solo en el cielo, es necesario también comprender
su relevancia en la tierra. Es por eso que debemos de adentrarnos más.
«Después hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón. El dragón y sus ángeles pelearon, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. Así que fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.»
El relato es de la biblia, pareciera ser en el
inicio de los tiempos es decir del génesis pues es allí donde se da origen al
universo, con Adán y Eva en el paraíso, también la tierra entera y todo lo que
Dios puso en ella, pero no; es un relato del libro del final de la biblia, las
revelaciones del apocalipsis.
Es que el final está conectado con el inicio o
está más cerca del inicio si tomamos como referencia la esfera. En una esfera
si uno traza un camino desde un punto para poder recorrer una vuelta completa,
notaremos que el punto de inicio coincide con el punto final.
Un Dios eterno, principio y fin y el inicio
conecta con el final, contrariamente su enemigo, la serpiente antigua que es el
Diablo y Satanás, quiere condenarnos llevándonos del plano o de la dimensión
que nos dotó Dios con un espíritu similar al suyo a su naturaleza mundana o
terrenal. Esta última denotada por un final; o lo que es lo mismo donde el
inicio no conecta con el fin.
El enemigo de Dios busca a través de engaños
impedir al hombre conectar con el fin porque la salvación se halla en el fin de
los tiempos, cuando el hombre conectará con el comienzo, con lo eterno e
inmaterial, con Dios hecho hombre, con los ángeles y los santos, con Jesucristo
lleno de esplendor y gloria.
En todo, los ángeles que no son Dios, ni hombre,
ni otro ser que habita en la tierra no son seres alados como las aves.
¿Por qué se les da tanta relevancia? Son
respuestas difíciles de dar como todo lo que se halla en la biblia y como todo
lo que vivimos en la tierra. Algo está claro, las respuestas se dan a través de
nuestra alma conectada de la sabiduría del espíritu y la palabra de Dios nos
lleva a guardar y obedecer con fe los sucesos del final de los tiempos.
Oí decir a un sabio que tenía el ropaje de un
indigente que la certeza de salvarse en un eventual viaje en un avión que
irremediablemente se va a desplomar, en el cual uno está viajando y se conoce
que a la velocidad con que se viaja y desde la altura desde donde se cae es
interpretada como el final de uno y el final de todos allí, esto vendría a ser
nuestra concepción de la vida terrenal llegando a su final.
Pero en el instante en que caemos en cuenta de
todo ello, en ese preciso instante en que se piensa en el final, se oye decir a
la aeromoza a través del micrófono y se oye por los parlantes del avión que se
pudo resolver el problema; el avión tomará nuevamente su curso, recuperará la
altura y la dirección para no estrellarse. Eso último es Dios. Esa certeza que
tienes del momento en que te salvas y que percibes allí es ciertamente Dios.
Dios es un ser eterno y no se contamina bajo
ningún motivo ni bajo ningún hecho, su pureza sinigual lo consigue todo, no hay
nada imposible para Él. Está lleno de poder, lo conoce todo, un ser perfecto,
creador de todo lo que hay; tiene la perfección de los ángeles a su servicio,
ellos son un vasto número pues son las estrellas mismas. Simplemente nada está
fuera del alcance de Dios.
«Con la cola arrastró la tercera parte de las
estrellas del cielo, y las lanzó sobre la tierra. El dragón se detuvo delante
de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo tan pronto como
naciera.»
Como se ve, el demonio al ser echado del cielo
es verlo en adelante estropeando el plan divino de Dios que se dará a través de
los hombres. En este contexto el libro de apocalipsis, en el cielo y en la
tierra donde la mujer dando a luz y el diablo esperando que nazca para
devorarlo, se realizó ya. Ocurre cuando María da a luz a Jesús en el establo de
Belén y Herodes manda a matar a los bebés pues es advertido por los reyes magos
del nacimiento del rey de Israel, y es el dragón esperando que nazca para devorarlo.
Esto sucedió ya en los cielos, el plan de Dios
se desarrolla ahora en la tierra con los hombres porque ellos estarán también conscientes
de su necesidad de Dios; hasta el último reconocerá al dragón en el final de
los tiempos.
Dentro del plan de Dios se halla la vida de
todos los hombres, pero es en el transcurrir de la vida que el hombre debe
liberarse de toda atadura de la tierra pues se contaminó por el demonio y el
Espíritu de Dios es el que guiará al hombre en todos los sucesos que han de
venir.
Jesús al completar la misión encomendada por su
Padre ha plasmado ya su voluntad en la tierra y en nosotros es de dar
testimonio. Cuando Dios nos hizo nacer del agua y del espíritu; somos los llamados
a hacerlo pues somos sus escogidos, somos cada uno un testimonio de vida por
cuanto actúa en nosotros.
«Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y
vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había
perdido. Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador
que se arrepiente.»
Los ángeles de Dios realizan la voluntad de
Dios, van en la misma dirección, pero confluyen con el hombre al tener toda su
existencia para dar testimonio a cada instante. Los ángeles lo consiguieron,
entonces no interactúan libremente con los hombres puesto que ellos ya pasaron
la prueba que Dios les dio a ellos.
Aceptan la voluntad de Dios desde la revelación
de la venida de Jesucristo dada en el cielo. Es en el cielo que se cumplió
todo; por eso no hubo lugar para el demonio y es la razón por que fue expulsado
de allí junto con un tercio de las estrellas.
Lucifer estaba en el cielo pues allí fue un
ángel. Como tal, hubo un instante en que reunidos todos ellos les fue revelado el
plan de Dios.
El ángel maligno, Satanás, conoce perfectamente
a Dios Padre y al Hijo, no es de extrañarnos conocer perfectamente el plan de
Dios.
Cuando Jesús vivía entre los discípulos y entre
los humanos, es decir, entre los hombres no existía la biblia como tal, o no
era un libro con las hojas de papel que tenemos hoy. Eran libros en pergamino
que se enrollaban para guardarlos, estos rollos de pergamino se extraían de la
piel del carnero y sobre ellos se escribía como si se tratara de una hoja de
papel. No existía aún el papel como hoy. Pero pasaba algo que ciertamente
ocurre hoy, algunos escritos eran considerados sagrados y otros no.
Algunos libros no formaban parte de las
escrituras de aquel entonces tampoco.
Hoy los libros que no están considerados se
denominan apócrifos. Pero fue mucho después en el concilio de Roma en el 382
d.C. que se hace el canon bíblico y es en este año que no se llega a considerar
algunos libros, precisamente por ser apócrifos o no se puede dar completa
legitimidad en parte o en todo el escrito o también no expresan la voluntad de
Dios.
Muchos de estos libros pudieron tener
connotación en el tiempo de Jesús, como también, otros no. Pero aún no había un
canon o por el cual darle la relevancia necesaria, no se debe colocar a la
altura de la importancia que tiene hoy la biblia.
Está en nosotros el discernir si esos escritos
tienen connotación de la sabiduría del Espíritu de Dios consigo.
«Ustedes escudriñan las Escrituras, porque les
parece que en ellas tienen la vida eterna; ¡y son ellas las que dan testimonio
de mí! Pero ustedes no quieren venir a mí para que tengan vida. Yo no recibo
gloria de parte de los hombres.»
Es de escudriñar las escrituras, mucho se halla
en la biblia, pero en el nuevo testamento también se complementa al encontrar
"poned a prueba todo, sacad lo bueno y desechad lo malo" pues muchos
relatos de antes complementan el libro sagrado de la Biblia.
Las palabras bíblicas desde el inicio al final
dan testimonio de Jesús, pero antes de venir Jesús y antes de crear Dios a los
hombres en la guerra que se desata en los cielos no se conocen sino por relatos
apócrifos.
En el evangelio de Juan se indica “en el
principio el verbo estaba con Dios y el verbo era Dios...Y el verbo habitó
entre nosotros con esplendor y gloria”.
En génesis se indica.
«E hizo Dios las dos grandes lumbreras, la
lumbrera mayor para dominio del día y la lumbrera menor para dominio de la
noche; hizo también las estrellas. Y Dios las puso en la expansión de los
cielos para alumbrar sobre la tierra, y para dominar en el día y en la noche, y
para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. fue la tarde y
fue la mañana: el cuarto día.»
Las lumbreras y las estrellas tienen connotación
de ángeles o de una vida cercana a la dimensión de Dios, pues es claro ver que
cuando Jesús habla “el demonio y sus ángeles” y en las revelaciones del
apocalipsis se indica “el dragón y un tercio de las estrellas” se habla sobre
los ángeles y las estrellas con un significado equivalente, por lo que se
deduce significan lo mismo.
El cuarto día fueron creados las lumbreras; uno
para el día y otros para dominar la noche. Siendo los ángeles antes que el
hombre porque también la serpiente que tentó a Eva y la serpiente antigua es el
Diablo, siendo el Diablo antes un ángel estuvieron con Dios pues también se
menciona tener que ser echados del cielo pues se habían rebelado y cayeron
derrotados.
Satanás era un ángel de luz llamado Lucifer, era
el más cercano de entre todos los ángeles a Dios, pero esta parte de la
historia no se encuentra en la biblia. Se sabe por la tradición y estas
tradiciones se hallan en libros que no fueron aceptados en la biblia.
Si no se encuentra en la biblia no podría ser
cierto o no proviene por inspiración del Espíritu Santo. Entonces no convendría
saber al respecto. Pero estas dudas nos la disipan estas otras fuentes porque
¿Cómo conocer la historia de Lucifer en los cielos si no se halla en las
sagradas escrituras de la biblia?
La afirmación de estas historias que no se
hallan en la biblia deben de tener el discernimiento para ser dadas por
valederas e incluso así de ser valederas todo o alguna parte es necesario
indicar considerarlo como referencias complementarias para comprender la biblia
pues la biblia es la palabra de Dios.
Se sabe por libros no considerados en la biblia,
por los libros apócrifos que los ángeles existían antes que el hombre puesto
que Dios los creó como seres de luz.
Lucifer destacaba entre todos los ángeles por su
sabiduría y brillantez. A menudo Dios le hablaba porque el Espíritu de Dios
advertía ciertos pensamientos mundanos y las palabras paternales hablaban
directamente a su corazón y eran que no se dejase llevar por estos
pensamientos, que no pasase mucho tiempo resolviéndolos en su mente.
Pero Lucifer continuaba pensando en sus
proyectos intelectuales propios. Esto hizo que su corazón se enfriara y la
conversación con otros ángeles hacía que no se ocupara de hallar la voluntad de
Dios en todo.
Siendo el más cercano a Dios era quien lograba
tener la admiración de todos los demás.
Es por eso que su psicología fue cambiando y
Dios le seguía hablando a solas y directamente a su corazón, y pese a todo, en
sus caídas en la tibieza, hubo momentos en que con todas sus fuerzas se decía
“debo amar más al que todo me ha dado”. Lucifer no se apercibía, pero su amor
por el honor a sí mismo fue llenándolo de soberbia.
Él todavía no había pecado, hacía todo esto sin
llegar a formar el pecado aún.
Dios seguía hablándole al corazón completamente
a solas porque se acercaba el momento de la revelación y él debía de
prepararse. Aunque nadie lo sabía, Dios retrasó muchas veces este momento para
que Lucifer creciera en humildad. Le habló como un padre habla a su hijo y en
esta ocasión fueron con estas palabras “Hijo mío, el viento y la tensión van a
ser muy fuertes prepárate para la prueba”.
Lucifer le respondía “sea cual fuere la prueba
deseo ser obediente a tus mandatos; no te digo que te seré completamente fiel,
tan solo te digo que deseo serte fiel”.
Sin embargo, siguió enorgulleciéndose a sí
mismo; quiso un poder mayor al que ya tenía. Quería que las alabanzas ya no
fueran al Padre quería ser Dios. Supo reconocerse de tener mejores cualidades
que todos los ángeles. Si Lucifer se sobreponía podía salir de la tentación
solo.
Dios Padre siguió posponiendo el momento de la
revelación; pero llegó el momento en que Dios no podía darle la atención a un
solo ángel, también debía poner su atención en el resto de los ángeles. Era
necesario revelárseles su plan divino estando en conjunto con Lucifer.
Llegó el día y estando todos los ángeles. En ese
momento empieza Dios Padre a darles la revelación. Dijo, "Voy a
materializar la vida" y fue dándoles los detalles de cómo lograría hacerlo
todo. Les reveló el universo que crearía y cómo todo en la tierra florecería.
Les pidió algo más, "Hasta aquí me han adorado como Dios, pero en adelante
deben hacerlo como hombre". Dios se haría hombre y debían de darle el
honor así.
Se maravillaron de ver la luz de la luz
encarnarse frente a ellos. Les reveló que Jesucristo sería el hijo de Dios
encarnado. Entonces todos los ángeles lo alabaron excepto uno. Estaba dándoles
a conocer la segunda persona de la trinidad que antes no se les había dado a revelar.
Muchos lo percibieron correctamente. Se mostró Dios Hijo con ropajes de hombre
y debían de adorarlo de esta forma porque era su voluntad.
A los ángeles se les notaba maravillados con
todo lo que decía pues sus palabras tenían la connotación de vida eterna.
Solo Lucifer se quedó de pie; lo hizo
inmovilizarlo por la postura que tenía. La invadió un profundo sentimiento de
envidia y amargura; aquí él dejó que se formase el pecado dentro de sí y se
decía “no era yo quien debía de tener este derecho”; entonces, sacó cuentas que
él era el vaso más indicado para contener la divinidad.
Prosiguió indicando que sería el Hijo quien
restablecería de la iniquidad de los hombres al morir en la cruz. Esto no
lo pudo contener más Lucifer.
Pensó “además que debiera adorar al Hijo hecho
hombre, los hombres lo matarán y aún he de adorarlo” y pensó. “los libera de su
inequidad y aun así lo matan en una cruz y no lo consideran su salvador”.
Bajo su lógica la unión de Dios con el verbo
divino (hipostática) debía llevarse a cabo en él mismo, lo divino hecho
criatura al no estar en él, fue tomado por él como una gran humillación.
Se preguntó “Por qué Dios escogía lo más
imperfecto”, entonces con fuerte voz dijo “No”, todos los ángeles quedaron
atónitos con sus palabras y fueron a postrar la mirada en él. Él fue el único
que no se arrodilló.
Entonces nuevamente dijo “No, no lo aceptaré”
dejó que el amor y respeto por Dios Padre se convirtiera en odio y maldad y
prosiguió con argumentos inteligentes y sabios propios de él, indicando las
razones por las que se estaba negando a adorar un Dios así.
En su argumentación explica que lo que Dios
decía estaba mal; dijo “no se dan cuenta que Dios no nos puede pedir un sin
sentido, no somos nosotros los que tenemos que aceptar lo inaceptable, es Dios
quien ha hecho algo incorrecto”.
Había de entre los ángeles y fue el único que no
quiso permanecer así, pues habían permanecido impertérritos, él clamó con
fuerte voz “quien como Dios” fue el grito que despertó a todos.
Su exclamación valió más que un discurso
completo, fue para muchos más convincente que las razones del rebelde.
Entonces el ángel Miguel apareció, se plantó
delante de él y le dijo en la cara “eres un soberbio” esto lo dijo cuando
Lucifer estaba en la cima de su honor y cuando todos lo amaban. Nadie se
hubiera atrevido a hacer eso.
Las palabras de Miguel hirieron profundamente a
Lucifer que tuvo que volver su espalda ante él y tuvo que retirarse, lloró de
rabia no lo pudo resistir.
Dios continuó dando a revelar su plan, habló
como un maestro, como un rey. Al proseguir muestra a los ángeles que esta
revelación es solo una prueba. Iba a pedirle más, debían dar todo de sí, debían
de forjar sus espíritus con el fuego.
Es así como se dieron los hechos de la rebelión
por parte de Lucifer. Es así que juntó a un poderoso ejército que estaban
dispuestos a luchar con él.
La seguridad con que había dado su discurso
había calado en muchos ángeles; la duda se había apoderado y pensaron que
estarían más cerca de lograr estando de su lado.
Según Lucifer esto era absurdo, aparte de
mostrar la prueba más grande de amor y los hombres responder con el odio, las
palabras de Lucifer lograron cambiar a muchos ángeles más.
Más y más ángeles se decían “Lucifer tiene
razón, Dios no puede pedirnos algo contrario a la lógica” y prosiguieron “Y si
Dios no es tan Dios sino solo es un ángel como Lucifer más poderoso”
Dios que lo conoce todo pudo hacer que un mayor
grupo de ángeles no cayese con los otros.
Allí es donde destacó un ángel de entre los
fieles, no se trataba de uno de los ángeles más fuertes, pero su amor sí que lo
era, tuvo la llama más viva en los momentos más duros de la batalla y él pudo
transmitir esa llama. Se destacó en su fe y su fe y amor alumbró a muchos.
Miguel que significa “quien como Dios” hizo
frente a Lucifer con sus ángeles en una batalla en cielo de connotación
colosal.
Miguel con sus ángeles y el dragón con sus
ángeles donde la fe, la verdad y la esperanza ganaron. Dios estuvo con él y
nunca los abandonó.
Esto dio como resultado que Lucifer quien ahora
es Satanás sea expulsado del cielo y la tercera parte de los ángeles que lo
habían seguido.
Su propósito es seducir a los que guardan los
mandatos de Dios para llevarlos hacia su reino de tinieblas.
Hasta aquí lo referido a la historia de los
ángeles a través de libros no considerados en la Biblia y del cual se debe de
discernir si lleva el poder del Espíritu Santo guiando a los hombres para
sobrellevar los hechos de la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo.
Como se ve en el relato anterior pareciera
guardar sentido con lo que se sabe por tradición de Satanás cuando era el ángel
más cercano a Dios Lucifer. Ahora es el Diablo y quienes cayeron con él son los
demonios.
Los ángeles que permanecieron fieles a Dios
continúan sirviendo a sus designios y son los que tienen acceso para subir y
bajar del cielo. Pero, cómo es que pueden hacer eso hay un texto revelador en
génesis cuando Jacob, tuvo un sueño.
«Allí tuvo un sueño, en el que veía una escalera
que estaba apoyada en la tierra y llegaba hasta el cielo, y por la cual los
ángeles de Dios subían y bajaban. También veía que el Señor estaba de pie junto
a él, y que le decía: “Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu
padre Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra en donde estás
acostado. Ellos llegarán a ser tantos como el polvo de la tierra, y se
extenderán al norte y al sur, al este y al oeste, y todas las familias del
mundo serán bendecidas por medio de ti y de tus descendientes”.»
No siguen el plan de Dios como los hombres
porque ya tienen acceso al reino de los cielos, pero vienen a la tierra por
mandato divino, se muestran a los hombres para darnos mensajes de Dios y nos la
dan con palabras, con acciones, con hechos, mostrándonos algo que no
percibíamos.
«Os digo, que así habrá más gozo en el cielo de
un pecador que se arrepiente, que de noventa y nueve justos, que no necesitan
arrepentimiento.»
Los ángeles tienen el Espíritu de Dios, se
regocijan con Dios por los hombres que vienen arrepentidos debido a sus malas
acciones y que no estarán, en adelante, alejados de Dios. Los más pequeños en
la tierra son los más grandes en el reino de los cielos.
También hay otros libros descartados de la
biblia, igualmente apócrifos, donde cuentan la historia de porqué Dios decidió
terminar con los hombres pues la maldad había hecho presa de todos en la tierra
en la época de Noé, quien construyó un arca, para que la raza de gigantes que
se habían hecho malvados perezcan junto con toda la humanidad.
«Los hijos de Dios tuvieron hijos con las
mujeres de este mundo, que fueron los gigantes de los tiempos antiguos. Éstos
llegaron a ser guerreros muy fuertes y famosos. En este mundo, la maldad de
hombres y mujeres iba en aumento. Siempre estaban pensando en hacer lo malo, y
sólo lo malo. Cuando Dios vio tanta maldad en ellos, se puso muy triste de
haberlos hecho, y lamentó haberlos puesto en la tierra. Por eso dijo: “¡Voy a
borrar de este mundo a la humanidad que he creado! ¡Voy a acabar con toda la
gente y con todos los animales! ¡Estoy muy triste de haberlos hecho!” Sin
embargo, Dios se fijó en Noé y le gustó su buena conducta.»
Se habla de gigantes y que su origen está
enmarcado por los ángeles pues los hijos de Dios son los ángeles, en otro
pasaje Jesús se refiere a ellos del este otro modo.
«El señor elogió al mayordomo injusto porque
había procedido con sagacidad, pues los hijos de este siglo son más sagaces en
las relaciones con sus semejantes que los hijos de la luz.»
Los hijos de la luz son igualmente los ángeles
pues en ellos no hay pecado, no nacieron de Adán y Eva que fueron tentados a
pecar por el Diablo por lo que son considerados hijos de Dios y Dios es la luz.
Los hombres en tinieblas actuamos con sagacidad porque conscientes de nuestro
pecado resolvemos con sagacidad para no pernoctar fuera cuando seamos echados
por malversar los bienes que Dios nos da para administrar en la tierra.
Los ángeles enmarcan el mensaje de Dios dado a
los hombres.
«Vi entonces un ángel que bajaba del cielo. En
su mano llevaba una gran cadena y la llave del Abismo profundo. Este ángel
capturó al dragón, aquella serpiente antigua que es el diablo, llamado Satanás,
y lo encadenó durante mil años. Lo arrojó al Abismo, y allí lo encerró. Luego
aseguró la puerta y le puso un sello, para que el dragón no pueda salir a
engañar a los países, hasta que se cumplan mil años. Después de eso, el dragón
será puesto en libertad por un corto tiempo.»
Sucedió en el cielo, el ángel Miguel luego de
vencer al dragón. No hubo lugar para ellos por lo que fueron expulsados del
cielo, pero en el fin de los tiempos, el ángel Miguel nuevamente con la cadena
en la mano lo encerrará por mil años, para que los primeros que resuciten
reinen con Jesús en el reino de los cielos.
«Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un
varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó
en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras
con él luchaba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No
te dejaré, si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él
respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino
Israel.»
Jacob luchó con el ángel de Yavé para tener la
bendición de su papá, Isaac cuando estaba viejo y pronto a morir. Pero tuvo que
hacerse pasar por su hermano mellizo, Esaú, pues su papá tenía predilección por
su hermano. Jacob significa “el que engaña”. Jacob se había alejado de su
hermano porque juró matarlo cuando se enteró, por su papá de la suplantación.
Entonces luego de muchos años de haberse alejado
y aún con el temor que su hermano cumpliera su juramento. Luchó con el ángel
porque no podía morir a manos de nadie. Con Jacob continuaba el legado de su
abuelo Abraham y de su padre Isaac, tuvo miedo de que se le diera muerte por
aquel varón que enfrentaba.
Perder la vida significaba perder el legado de
la nación incontable que le había prometido Dios a sus ascendentes y que
pasaría por él.
Luego de liberarlo del nombre que llevaba y
cambiarlo por Israel lo libera del engaño que hizo para obtener la bendición de
su padre, Isaac. Pero aquel ángel en forma de un varón le tocó con su mano y
descoyuntó el muslo por lo que en adelante cojeará.
Sus descendientes lo recordarían por haber
recibido la bendición del ángel de Yavé, más por la cojera que llevaría porque
su proceder del engaño le fue reconstituido notando que tuvo consecuencias.
En los pasajes bíblicos se encontró con su
hermano Esaú, Jacob era muy próspero y había enviado muchas ofrendas. Su
hermano que venía con un ejército de 400 hombres lo perdonó de solo verlo.
«El mismo arcángel Miguel, cuando luchaba contra
el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, no se atrevió a condenarlo con
insultos, sino que solamente le dijo: “¡Que el Señor te reprenda!” Pero esos
hombres hablan mal de las cosas que no conocen; y en cuanto a las que conocen
por instinto, como las conocen los animales sin entendimiento, las usan para su
propia condenación. ¡Ay de ellos!, porque han seguido el ejemplo de Caín. Por
ganar dinero se han desviado, como Balaam, y como Coré, mueren por su rebeldía.»
Portada de la novela Dana edición impresa |
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